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PENSANDO

Franchy y Eduardo: Conjunción de dignidad

Hoy quise escribir no de sus aportes profesionales y deportivos, sino del valor de sus principios. Puede usted poner sobre la mesa un pliego de estadísticas que avalen un estrellato dentro de la actividad deportiva y profesional, pero aportar con el ejemplo de dignidad sus compromisos ciudadanos en la crisis de inversión de valores en que hoy vive nuestra sociedad, es el mayor legado que dos ciudadanos ejemplares puedan entregar a las generaciones venideras.

Hablar de la trayectoria de Franchy Prats y Eduardo Yermenos es referirse a dos hombres formados en el fragor del esfuerzo profesional como ingeniero y comunicador y como médico de altos quilates, respectivamente; además de entregar gran parte de su fructífera vida al deporte del aro y el balón y el bate y la pelota; pero más aún, ganándose la admiración por el recorrido limpio de sus vidas de espíritu altruista, honesto y digno, generadoras de respeto. En estas líneas llegamos aún más lejos, al observar que frente a los quebrantos de salud que han padecido ambos, han expresado en su mirada esplendorosa el valor de dos gladiadores en una lucha donde solo los hombres exitosos pueden competir.

Al escribir estas líneas, me inclino reverentemente ante el Ser Divino que los ilumina y damos gracias por sus vidas que son un ejemplo para nuestros hijos, nietos y nuestra sociedad, ávida de estos ejemplos que se alimentan de la bendición que solo podemos recibir del Creador, viviendo así con la dignidad como virtud para alcanzar sus conquistas, todas merecidas, y con el reconocimiento que la sociedad dominicana les ha tributado, “el respeto”.

Siempre Dios los protegerá aquí y en la eternidad, porque el camino que todos queremos transitar está marcado por los pasos de Franchy y Eduardo, y tras sus huellas, encontraremos una gran motivación de llegar a un puerto seguro donde podamos descansar, sabiendo que la vida continua una vez cumplida nuestra misión, haciéndonos así merecedores del mayor premio que se puede recibir, como lo es gozar del respeto de los demás. Adelante Franchy y Eduardo, hay mucho camino por recorrer y el de ustedes ha sido un camino ejemplar.

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