La opción Navarro

Tal cual como lo había anunciado, Andrés Navarro García hizo la presentación formal, primero de su proyecto presidencial y luego de su renuncia como ministro de Educación.

Luego de más de un año recorriendo el país los días de fiesta y en sus horas libres, donde escuchaba a representantes de los diferentes sectores de la vida nacional de los que recababa sus necesidades, preocupaciones y sugerencias, y los que presentaba su propuesta de gobierno, así como su noción de partido, el arquitecto, urbanista, catedrático y miembro del Comité Central (CC) del Partido de la Liberación Dominicana (PLD), cumple su promesa para dedicarse a tiempo completo al proselitismo por la nominación presidencial.

Una acción que en esta fase es eminentemente partidaria procurando primero ser aceptado como precandidato con la obtención de un porcentaje calificado de votos del CC, para luego someterse junto a los demás seleccionados, a primarias de padrón abierto y lograr la candidatura.

Una contienda que en la forma tenía como pretendientes al expresidente Leonel Fernández; al secretario General del PLD y presidente del Senado, Reinaldo Pared Pérez; a los miembros del Comité Político, Radhamés Segura, Carlos Amarante Baret y Temístocles Montás, así como a los del CC, Francisco Domínguez Brito y Manuel Crespo, pero que en el fondo era un lucha por el segundo lugar ya que ni de manera conjunta los 6 pueden darle siquiera un pequeño susto a Fernández.

Y es que en el PLD a Leonel solo le puede ganar la nominación Danilo Medina o en su defecto, alguien que aglutinando la fuerza (mayoritaria) del Danilismo tenga la suficiente potabilidad y perfil como para, y aprovechando que la contienda es con el padrón nacional de la Junta Central Electoral, conectar y entusiasmar adentro y afuera del partido.

Características que le van como sortija al dedo a Navarro, quien a través de un discurso, sustancioso, decente, moderno proactivo, y novedoso, muestra un expediente tanto personal como profesional y de funcionario, sin cola que le pisen, con un buen historial en sus ejecutorias como municipalista, planificador, canciller y ministro de Educación, por cierto estos últimos, los dos renglones donde el gobierno siempre queda bien en las encuestas; pero además, sin tasa de rechazo. Visto el escenario, la entrada oficial de Andrés al ruedo le pone un asterisco de diferencia al cuadro, toda vez que reúne tanto las condiciones como el perfil para, si Medina no va, imantar las simpatías y convertirse en candidato del PLD.