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FUNDACIÓN SALESIANA DON BOSCO

Da mihi animas, caetera tolle

¿Qué es eso? ¿Y qué significan esas palabras tan raras? Calma, calma, “que no panda el cúnico”. ¿Verdad, Chespirito? El título de este artículo está en latín.

La lengua latina no es tan difícil, sobre todo para quienes hablamos español. Nuestra lengua española es de origen grecolatino, es decir que nació de una combinación del griego y el latín, aunque también tiene influencia de idiomas como el árabe y otros.

Pero vamos al título del artículo. “Da mihi” significa DAME. “Ánimas” se traduce como ALMAS. “Caetera” significa LO DEMÁS (de esa palabra se deriva ETCÉTERA). El “tolle” es un verbo en forma imperativa y quiere decir LLÉVATE. Entonces el título completo significa: “Dame almas y llévate lo demás.”

Ese es un lema, de origen bíblico, que Don Bosco utilizó como motor de su acción educativa y pastoral a favor de la niñez, la adolescencia y la juventud. Es decir que al Padre y Maestro de la Juventud lo que le interesaba era rescatar o salvar a cada joven, especialmente a quienes están en situación de abandono, para hacerlos buenos cristianos y honrados ciudadanos, capacitándolos para ganarse con su trabajo el pan de cada día.

¿Quiénes son entonces los preferidos de Don Bosco y de la familia salesiana? ¿Por quiénes deben trabajar preferencialmente los salesianos? Por la niñez, la adolescencia y juventud más perdida, abandonada y pobre. Según el Rector Mayor de los salesianos, don Ángel Fernández, los destinatarios UNO A de los salesianos son:

-Los pobres y descartados.

-Los menores migrantes y refugiados.

-Los muchachos y muchachas de la calle.

-Los menores y jóvenes que se ven vulnerados en sus derechos humanos y su dignidad.

-Los jóvenes repatriados e indocumentados que no saben cómo sobrevivir.

-Los jóvenes esclavizados y privados de libertad.

-Los jóvenes trabajadores y obreros.

-Los jóvenes de familias desestructuradas, con carencias humanas y afectivas.

-Los jóvenes que todavía no conocen el evangelio de Jesús.

Es la juventud que pertenece a este mundo digital y que se debate entre conflictivas contradicciones. Para Don Bosco y los salesianos ni uno solo se debe perder y hay que trabajar para ofrecerles una oportunidad para vivir con dignidad.

Los recursos humanos y económicos de los salesianos están dirigidos a hacer realidad este lema de Don Bosco, recordando lo que su madre, Mamá Margarita, le dijo el día de su ordenación sacerdotal: “Hijo mío, si un día llegases a ser rico, no pongas los pies en esta casa. Tu madre no te reconocería”.

Este lema: “Da mihi animas, caetera tolle”, está estampado en el escudo de la Sociedad Salesiana, para que ningún salesiano lo olvide y se actúe en consecuencia.

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