Santo Domingo 23°C/26°C thunderstorm with rain

Suscribete

ORLANDO DICE

Pero falló el guion

UNO: SI AHORA NO SE PASAN.- Podría pensarse que ahora será más difícil que se convoque o reúna el comité Político, y razones de sobra. No dependerá de lo necesario, de lo establecido, de lo aprobado, sino del humor de Leonel Fernández y de Reinaldo Pared. Y por lo visto en estos días, muy cambiante, por lo menos en relación al otro. El pase era simple y no había que clavar banderilla a ninguno de los toros. El secretario general coordinaba y el presidente del partido convenía. Ahora no. El ánimo nuevo es de primero acusarse y después desmentirse. El agravio antes que todo, pues ya no solo secretario general y presidente, sino aspirantes a la nominación presidencial, y cualquier enojo conviene o ayuda. Podría parecer cosa de muchachos, y si no fuera por la política, habría que considerarlo así. Lo cierto, sin embargo, es que entre adultos se hace imposible la convivencia y cualquier pendejada es una excusa para fastidiarse. ¿Cuál ganaría el round? La verdad que ni Fernández ni Pared, y peor aún: mantienen los guantes puestos, y cuando menos se espere, suena la campana y al centro del cuadrilátero. El expresidente era antes más comedido, pero (últimamente) se está juntando con gente que le amarga el espíritu y cambia el temperamento. La reacción del senador no sorprende, ya que es conocida su manera de ser…

DOS: LA MOSCA QUE PICÓ.- ¿Por qué Leonel Fernández quiso evitar ahora que se le cargara la culpa de la no convocatoria del comité Político, si en ocasiones anteriores no replicó situaciones parecidas? Muchas veces en el pasado se dijo o se dio a entender que el organismo de dirección no se reunía porque el presidente del partido se encontraba fuera del país, y Fernández en el país jugando básquet en la azotea de Funglode. Las aspiraciones de Reinaldo Pared no se dieron a conocer esta semana, sino desde hace meses, o años. ¿A qué entonces la garata sin puño? ¿Qué elemento nuevo afectó una relación que por lo menos en el one-two del partido se apreciaba armoniosa? Lo primero es que Fernández está dispuesto a pelear con quién sea o lo que sea para que se reconozca su primacía como candidato. Lo segundo es la denuncia de campaña sucia, de la cual se apoderó a Reinaldo Pared como secretario general y este la manejó con criterio de competencia. Cuando se le reveló el nombre de Claudio de los Santos, no fue buscando amparo ni mediación, sino que se asumiera el hecho de manera institucional y se actuará en consecuencia. Al parecer Pared no tomó partido, como se esperaba, y solo sirvió de recadero. Comunicó la situación a la más alta instancia política del país…

TRES: PLAN B AJENO.- El grupo de Leonel Fernández hizo la denuncia, no solo creyéndosela, sino considerándola imbatible. Sin embargo, no hubo miércoles, como estaba previsto, sino lunes, y el video de Quirino Paulino Castillo cambió el panorama. El peligro no era J.J. Rendón, el Hombre del Chapo, ni sus embestidas políticamente mortales, sino el viejo reclamo de pago. Aunque ahora con efectos especiales, pues Hipólito Mejía estaba de por medio. Y el gobierno no apareció por parte. El torpedo por tanto le estalló en la mano. Y lo peor de todo era que no había plan B. Si J.J. Rendón hubiera aparecido en escena como se había denunciado y lleva a cabo uno de sus conocidos trucos, lo supuesto se hubiese rendido ante lo real. Pero falló el guión y salió mala la película. Hubo de improvisarse con Claudio de los Santos, y más confuso el ambiente, pues ninguna novena lo suscribe, lo declaran agente libre, y aparentemente de lo nuevo sabe poco, pero de lo antiguo todo. Incluso, sus confesiones afectan al propio Fernández, pues De los Santos da a entender que en el pasado hizo diligencias por encomienda o a su favor. El expresidente por tanto no sería tan inocente como se vende, pues supo con mucha anticipación lo que venía y no preparó estrategia de defensa…

CUATRO: EL ALMUERZO DE CINCO.- Una cosa lleva a la otra, y aunque Leonel Fernández y su gente quiere aparentar calma, y como que no sucede nada, la verdad es otra. El almuerzo de los que despectivamente llaman alitas cortas. Por ejemplo. Cinco parceleros de filiación danilista que todavía no siembran ni cosechan a satisfacción por una razón muy sencilla. No pueden aprovechar un inmenso caudal de agua porque el dueño de la presa la mantiene bajo llave. Sin embargo, el hecho de que se citaran en público, y sobre todo se les viera juntos, significa cambio. De ánimo, de humor, de propósito. Quieren que la carreta se mueva, y el caballo lo tienen trancado, de manera que si no la empujan, nunca llegará el acarreo. Conviene observar que este encuentro se produce después que tres o cuatro de los comensales hicieron pronunciamientos parecidos. Una versión políticamente sorprendente de los NiNI. Que ni Danilo Medina ni Leonel Fernández. Si lo dijeran solo de Fernández, se entendería, pero que incluyan a Medina y corran el riesgo, serían otras quinientas. Lo que hablaron en ese momento no es lo importante, importante es lo que hablaron cuando se llamaron, convidaron, convocaron. El choteo no cesa, pero –sin duda– que ahora están mejor que antes. Por lo menos saben que el que no grita…

Tags relacionados