EL BULEVAR DE LA VIDA
Demorado réquiem entre Silvio y Bosch

“Si uno fuera a llorar cuanto termina/ no alcanzarán las lágrimas a tanto/. Nuestras horas de amor, casi divinas,/ es mejor despedirlas con un canto”. RÉQUIEM. Silvio Rodríguez.
HAGAN MEMORIA. - Después de aquel miércoles 20 de enero, como a las once, ya nada sería igual en el PLD. La segunda parte de la novela “La Venganza”, protagonizada por Quirino Ernesto Paulino, ha arrasado los ratings nacionales de redes, plataformas digitales y canales de televisión, y amenaza con arruinar la esperanza de un posible entendimiento entre las dos partes en que se ha partido el PLD. Ya no es solo cosa de que “nunca segundas partes fueron buenas” sino que pueden llegar a ser funestas. Hagamos memoria: Hubo una acusación frontal. Sonaron las alarmas. En Bella Vista o Juan Dolio la OTAN o el Pacto de Varsovia se miraron mal. Cierta o falsa, la denuncia era una hecatombe y no de esperanza, un terrible derrumbe que, a diferencia de aquel de Benedetti, no podía ser previsto, y de hecho no lo fue. La aparición de la segunda parte de la novela que superó la teleaudiencia de “Renzo El Gitano, La Mujer de aquella noche” y de “Doña Bella” juntas, unas sesenta horas después de la lectura de la denuncia de los seguidores de Fernández, y, replicada para su amplificación cuasi perfecta por el adversario político por excelencia del afectado, cambia casi todo en el PLD, su presente y sobre todo su futuro.
LAS PREGUNTAS. - Alguien dijo una vez que, al final, todos los partidos políticos mueren por haberse tragado sus propias mentiras. Como es verdad que, de seguir con sus malos juegos, el PLD va camino a una guerra fratricida que podría significar su salida del poder. El voto duro del PLD es muy duro, pero partido en dos no lo será tanto. No sabe uno cuál es el límite del cinismo que puede practicar un político y puede tolerar un electorado. ¿Podrá el PLD dividido mantener el poder? ¿Qué puede significar una segunda modificación constitucional con el único argumento de que el PLD “necesita” llevar a las elecciones a su mejor candidato? ¿Qué tiene que ocurrir en esa organización para que Leonel Fernández pierda unas primarias abiertas frente al delfín finalmente ungido por Medina? ¿Es posible una victoria electoral de Leonel sin el apoyo de Danilo? Mucho me temo que las matemáticas electorales podrían no salirles a los morados. La estabilidad macroeconómica de Valdez Albizu, las políticas sociales Margarita o la Jornada escolar de tanda extendida de Navarro, son grandes avances, sí, pero no dan para tanto.
NI SILVIO NI MOZART. - El problema del PLD -como el de aquel PRD de los ochentas- es que, al acumular tanto poder dentro de los poderes del Estado, sus problemas internos se convierten en problemas nacionales. Tanto es así que, hoy el PLD es al mismo tiempo partido de gobierno y líder de la oposición, y si no lo frena Juan Bosch desde su tumba, es capaz de matarse para, ya en la funeraria, ser -además- el muerto. Pido perdón. Este bulevar parece un réquiem y no el de Mozart. Ni siquiera el de Silvio Rodríguez cuyas letras comparto, sino el de un partido al que de tanto gobernar y ganar siempre le han entrado unas ganas terribles de morirseÖ y llega el invierno, fríos de Valle Nuevo en un enero para la historia. Tócala otra vez, Sam, tócala otra vez:
“Si uno fuera a llorar cuanto termina/ no alcanzarán las lágrimas a tanto/.
Nuestras horas de amor, casi divinas,/ es mejor despedirlas con un canto”.
RÉQUIEM. Silvio Rodríguez.
