El voto que vino a buscar Almagro

Todos conocemos la función de “escucha” internacional que juega Luis Almagro en el fichaje o captación de los votos que necesita la OEA para sus malas artes en sus misiones como Ministerio de Colonias de Washington.

República Dominicana había mantenido una doble cara hasta que el señor Almagro vino con la línea expresa de no fallar en llevarse el voto de República Dominicana para el proyecto de golpe de Estado contra el gobierno de Nicolás Maduro en Venezuela.

Una vacilación prorrogó la votación original, pero finalmente República Dominicana apoyó la Resolución de la OEA que se quiere imponer como plataforma al golpe de Estado para cumplir el mandato de Washington.

Es una vergüenza mayúscula que el gobierno de Danilo Medina apoye el intervencionismo norteamericano en Venezuela, olvidándose de la agresión yanqui de 1965 que costó la vida a miles de dominicanos.

Almagro fue recibido aquí con alfombra acolchada y toda clase de adulonerías, bajo el mensaje de que debíamos sentirnos “de plácemes” por su visita.

Para completar la entrega, el PRM está jubiloso con el golpe de Estado, pidiendo el reconocimiento como Presidente de Venezuela de alguien sin la más mínima credencial.

Este apoyo al golpismo en Venezuela desenmascara lo que es el PRM, sumado a pasar por alto la intervención yanqui de 1965 con el alto número de víctimas del entonces PRD que sufrió las ráfagas y embestidas mortales de los agresores. Malograr la soberanía de Venezuela debe convocar a los dominicanos con dignidad frente al intervencionismo amenazante de hacer correr la sangre en diversos países del continente.

Como la OEA no basta para el intento de legitimar el pretendido golpe, Estados Unidos traslada el escenario del conflicto a la ONU, donde se le complican sus planes de cuantificar votos para condenar a Venezuela.

Los días venideros sumarán lecciones a lo enseñado por el PRM, retratado sin pudor recreando los tiempos de Acción Democrática y del Copey en Venezuela.