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Publicidad diferente: principio del exito

Muchos profesionales del marketing opinan que la publicidad, así como los productos, para tener éxito, deben estar sustentados en aspectos diferenciadores que les distingan y les den una personalidad única. Es decir, que les saquen del montón. Esa condición es una norma y nunca transigen con ella.

De hecho, muchos creen que el principio de la grandeza es ser diferente, y que el principio del fracaso es ser igual. Este concepto es válido tanto para el desarrollo conceptual de las marcas como para el desarrollo de las ideas publicitarias.

La exigencia es ser original y único para poder ser recordado. Hace mucho tiempo que los comerciales de el vaquero de Marlboro fueron descontinuados, sin embargo conservan aún niveles de recordación extraordinarios. Nandy Rivas escribió comerciales memorables para la marca Barceló y los de mi generación no olvidamos aquellas historias que se han quedado para siempre en la mente de los consumidores.

La grandeza de esos comerciales estaba en su originalidad. Su grandeza estaba en que eran diferentes. Aquellas piezas publicitaban un ron a partir de unos códigos distintos y de unos caminos creativos inéditos en el país hasta ese momento.

Esa publicidad era grande por su originalidad. Porque estrenaba una forma distinta de vender lo mismo.

La personalidad de una marca se construye a partir valores propios que la hagan diferente hasta en su publicidad. Debe haber puntos memorables en sus atributos como marca y en la comunicación que le acompañe.

Hoy, ese principio tiene más valor que nunca. Los medios de comunicación están saturados de mensajes, la gente está expuesta a miles de mensajes diariamente, los problemas de las personas son cada vez mayores, la distracción del público crece y el costo de la publicidad es cada vez más alto. Por tanto, se impone que cada esfuerzo sea arrollador, penetrante, fructífero, y para ello debe haber mensajes que le roben la atención al público.

Estos principios son válidos para las marcas : además de la construcción de su personalidad con valores únicos, deben contar con diseños, usos, atributos y bondades diferenciadores que puedan distinguirlas a distancia y sin confusión.

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