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ORLANDO DICE

El almuerzo de Juan Dolio

EL CHISME PRIMERO, EL HECHO NUNCA.- Los servicios de inteligencia de los grupos del PLD se desbordan a sí mismos y no son efectivos, como debieran serlo en la actual circunstancia de confrontación abierta, ya que prefieren los chismes a los hechos. El Almuerzo de Juan Dolio, por ejemplo. Los seguidores de Leonel Fernández dan al encuentro una sensación o notación que no tuvo. Fue político, porque los invitados y los asistentes se dedican a la política. Fue un acto oficialista, pues los comensales fueron o son partes del gobierno. La convocatoria la hizo el Presidente o se hizo a su nombre, de manera que la tendencia estuvo en primer plano. Los fieles, los leales. Ahora, lo que no se trató --como se dice-- fue la reelección, y la razón muy sencilla. Entre los convidados pudo contarse a los aspirantes, y no hubiera sido elegante mencionar soga en casa del ahorcado. Además, aunque no se crea o no se sepa, nadie se atreve a tocar el tema delante del mandatario. Eso no quiere decir, sin embargo, que las ganas no afloraran o que hubiera gente lanzada como Monchy Fadul a quien hubo que aguantar, casi reprimir, en su propósito de salir con una gracia propia de Los Fadules...

LA OTAN EN SU AGUA.- El encuentro de Juan Dolio fue sugerido por el grupo de la OTAN, y tan cierto que fueron los primeros en llegar y en su casi totalidad. Era fácil convocar a sus miembros y fácil --igualmente- que acudieran a la cita, pues se las pasan de almuerzo en almuerzo, a manera de rutina, aunque a veces en situación de emergencia. También los que no pertenecen en la OTAN, y que podrían serlo en espíritu. Además gente que no es del comité Político, tal vez del comité Central, pero de la cercanía del Presidente. La Navidad congrega y era justo que se vieran la cara fuera de los despachos y que se conversara en ambiente de informalidad. Euclides Gutiérrez no podía quedarse quieto en su asiento, considerando la oportunidad. Se levantó apoyándose en el bastón y habló como el patriarca que cree ser. Felicitó al compañero, no al Presidente, pues la irreverencia es un derecho propio, por el buen año transcurrido y deseando que el siguiente fuera mejor. Sin pensar en marzo ni recordarse de octubre. Se bebió whisky, se bebió vino, pero ninguno de los comensales se chispeó, y pensar que algunos fueron objeto de observación. El Pacto de Varsovia (los leonelistas) puede idear o interpretar lo que le sea más conveniente, pero nunca la Casa Presidencial fue más inocente...

EL AMIGO SIGUE SIENDO AMIGO.- El artículo de Gedeón de los Santos tiene todavía a mucha gente de dentro y de fuera del PLD, de lejos o cerca del gobierno, pensando, interpretando, manipulando. Yo hice lo que siempre hago: pregunté, y esto fue lo que él me respondió:

Hola. Es un honor poder compartir algunas ideas con usted. Parece que la desconfianza ha calado tan hondo en la vida política nacional, que todos los políticos somos sospechosos de obrar sólo pensando en sí mismos y no guiados por principios. Soy y seré amigo y colaborador cercano del Presidente. He trabajado junto a él por muchos años y hoy más que nunca reafirmo mi cariño y respeto por él.También, amo a mi partido al que ingresé cuando apenas tenía 15 años, y amo a mi país, pues me ha dado una vida y una identidad de la que me siento orgulloso. Además soy un hombre de ideas cuyo marco de actuación en la vida es la búsqueda de la verdad. Creo que por la actuación de mi vida, respecto a todo lo anterior, estoy libre de sospecha. Dicho lo anterior, no resulta difícil comprender las razones que me llevaron a publicar el artículo sobre los terceros períodos consecutivos y los gobiernos fallidos. Creo que queda claro para el que leyó con detenimiento el artículo, el mensaje que he querido transmitir. Y dado los argumentos de la publicación, no tengo ninguna duda de que transitar el camino de un tercer período consecutivo terminará dañando la imagen y la carrera de mi amigo y con él arrastrará al partido y al país que tanto queremos. Hay momentos en la vida del país en que el silencio puede ser cómplice de tormentas que se avecinan y que pueden obstaculizar el proceso de desarrollo por el que tantos dominicanos hemos luchado. Mi artículo es sólo una humilde advertencia.

Con admiración y respeto, Gedeón Santos

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