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UN MOMENTO

Soy rico

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Mons. Ramón Benito de la Rosa y CarpioSanto Domingo

Les invito hoy a retomar este tema, que es nuestra entrega 28 sobre esta realidad de la vida, y a tomar este tema: “Un libro de la Biblia”, del Apocalipsis. El capítulo 3, versículo 17 afirma lo siguiente: Dice el ser humano, dices tú: “Soy rico, me he enriquecido, nada me falta”.

¿No te das cuenta que al decir esto estás diciendo algo que no tiene sentido?

Recordemos este tema. No se puede decir “soy”. Lo que tienes es riquezas, porque ser es lo que tú tienes, lo que te acompaña en todas partes. Tú puedes decir: soy amor, porque el amor te acompaña en todas partes. Tú puedes decir: con mis riquezas -las que tengo-, hago el bien, porque las riquezas son cosas, son instrumentos. Las riquezas te ayudan a crecer en el ser, pero todas las riquezas se dejan. Por eso hay gente que dice: soy rico, como dice el libro del Apocalipsis, y es una persona desgraciada. Hay que tenerle compasión, es un ciego, no se da cuenta lo que es la vida. Por eso, una hermosa expresión es decir: yo tengo riquezas, pero no soy rico. Lo repetiremos cien veces para que no nos confundamos, porque las riquezas son como una pieza de ropa, como una camisa o un pantalón, se tiene y se puede perder, puede desaparecer y puede ser quitada. Digamos más bien: tengo riquezas y con esas riquezas qué hago para ser, que es en el fondo lo más importante, porque lo que se tiene se pierde y lo que uno es permanece eternamente con uno.

Hasta mañana, si Dios, usted y yo lo queremos.

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