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PENSANDO

Escribiendo a Dios

Cuando escribo, siento en mi inspiración emociones que me hacen percibir mis inquietudes y responsabilidades, y no ser indiferente a mis compromisos, derechos y deberes. Cada escrito me enseña que la formación en el hogar supera las enseñanzas que obtenemos en lo académico, porque en él aprendemos los conceptos y valores que nuestros progenitores nos inculcaron para nuestro crecimiento integral. Para escribir de Dios lo primero es el respeto y la admiración que le debemos por Su creatividad infinita y Su bondad hacia los seres humanos. Siento que Su prudencia nos aconseja, Su templanza nos contiene y Su justicia nos guía, y así la benevolencia y la gratitud hacia Él, inyecta nuestro corazón con el convencimiento de que nuestra felicidad solo Él nos la brinda. A Ti te escribo Señor, que has extendido los cielos con Tu mano, que descubres con Tu dedo el curso de las estrellas, que fijas límite a los océanos y que dices a los vientos tempestuosos “calmaos”; que sacudes la tierra y tiemblan las naciones para que malvados se desmayen. A Ti, que con Tu providencia sobrepasas las obras del hombre y gobiernas con divina sabiduría; hoy te escribo y siento que en estas letras diriges mi puño y me haces reflexionar sobre el valor de la transparencia, ya que con ella todo lo que logre estará cargado de una conciencia limpia, con el noble propósito de caminar apegado a la verdad y la fortaleza de enfrentar con decisión la maldad y la perversidad que cohabita en todo espacio. En estas líneas percibo el aliento de Ti, Ser Supremo, que siempre estás en nuestras decisiones aportando Tu amor. En Tu omnipotencia, me inclino y te doy “gracias”, porque en todo este tiempo de vida que me has brindado, he podido valorar Tu compañía en cada momento de fortaleza, de debilidad, de sosiego, de incertidumbre, desvelos y desánimos; que con Tu protección has conjugado Tu Justicia Divina, para orientarnos hacia un camino seguro donde podamos recibir lo que realmente merecemos, en la medida en que con nuestros esfuerzos, podamos alcanzar nuestras metas y así cumplir con el mandato que llevamos en nuestro paso por la vida terrenal.

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