El gran acuerdo

Al término de una actividad en Funglode, al doctor Leonel Fernández le escuchamos decir que no entiende por qué algunos sectores y personas se empecinan en proyectar y vender sistemáticamente la idea de que entre él y el actual presidente Danilo Medina existen diferencias insalvables, cuando no es así, puesto que ambos se comunican cada vez que uno de los dos lo entiende necesario. Sin saber el gran público que algo se ha estado “cocinando” al más alto nivel en procura de la unidad del PLD y de que éste se mantenga en el poder, observadores de vista aguda han advertido coincidencia y aparente objetivo común en expresiones o salidas de las dos figuras que comparten el liderazgo morado, Fernández y Medina, que bien pudieran ser el abono que faltaba para el gran acuerdo final que desde hace un tiempo hemos estado pronosticando por aquí. Lo primero, que sin dudas cae bien en el sector Leonel y en los estrategas de su proyecto del 2020, tiene que ver con el “boche” y desautorización del jefe de Estado al perredeísta Víctor Gómez y al director de Aduanas, Enrique Ramírez Paniagua, al pasarse de contentos con el tema de la reelección, y considerar el gobernante que se trató de “una imprudencia”. Y lo segundo, a ser valorado por Medina, es la certeza de Fernández expresada en el acto de aniversario del PLD, de que el Partido “irá unido y en una sola dirección” a la próxima convención, así como el reconocimiento que hiciera a la gestión de Medina. La reprimenda, sin dudas, frena a algunos “desesperados” que atentan contra la unidad y un acuerdo que es imperativo, mientras que las palabras de Leonel allanan el camino a una concertación inteligente con Danilo. Ambas salidas -que no son fortuitas- crean una distensión en el liderazgo del PLD, y allanan el camino para al gran acuerdo final al que la racionalidad y la inteligencia obligan. Al parecer, los dos líderes habrían estado reflexionando en esa dirección. Entre ellos dos, se han estado abriendo al entendimiento. Y más que eso, han dado algunos pasos concretos, como las dos declaraciones de ablandamiento y creación de un buen ambiente. Que sepamos, no hay diversidad de intermediarios. Solo hay de por medio una figura mesurada, mansa, de trato fino y amiga de ambos líderes que hace de puente. Tenemos el nombre, pero discreción obliga.