No tengamos miedo de amar

No tengamos miedo de amar a todos, a los amigos, incluso a los enemigos, porque el amor es la fuerza y es el tesoro de todo ser humano y especialmente es el tesoro de todo creyente.

No tengamos miedo de amar, pero amar en el sentido profundo de la palabra. No confundamos el amor solamente con lo erótico, no confundamos el amor con amar la sopa o amar una comida, salgamos una vez también al encuentro del amor y no tener miedo de amar.

Es algo muy interesante el poder constatar que el amor no solo da felicidad, sino que el que no ama se enferma, los médicos del cuerpo te enseñan eso, y los médicos del alma, los psicólogos también: el que no ama se enferma, y al revés: al que recibe amor se le sana.

Hay enfermos que no quieren vivir porque no se les ama y hay enfermos que han resucitado de su enfermedad porque se les ama. No tengamos miedo de amar y de amar en ese sentido amplio, queremos volver a repetir: el amor es fuerza, el amor es energía, el amor es alegría; no tener amor es enfermedad y nos destruye también las relaciones humanas.

Sepamos nosotros amar con criterio ciertamente, con prudencia, pero no tengamos miedo de amar.

Hasta mañana, si Dios, usted y yo lo queremos.