El mercado del nueve

Comencemos con el puente peatonal. Imagina que estás saltando charcos en un callejón estrecho y otros apresuradamente hacen lo mismo en dos direcciones.

Así es cruzar por la pasadera del kilómetro nueve de la autopista Duarte, que además de su deterioro evidente y muchas veces denunciado, hace años que es un mercado que se extiende a la vista de las autoridades.

Carteras, Cintillos, pantaloncillos, cargadores de teléfonos celulares, tenis, zapatillas, chocolates, medias, entre otros artículos, son visibles desde las escaleras a ambos lados del peatonal, obstaculizando el paso.

No solo son de nacionalidad haitiana, hay muchos dominicanos que además de ofrecer mercancías también son indigentes, que vociferan sus padecimientos y enfermedades a quienes se mueven desde el Distrito Nacional a la parte Oeste, a fin de conseguir algún peso.

En el puente los charcos no son solo metáfora (se forman pozos cuando llueve), también su estructura esta oxidada, y es evidente la falta de mantenimiento.

Seguimos con el trébol, el área verde que a pesar de las intervenciones del Ayuntamiento del Distrito Nacional (ADN), continúa siendo un mercado que funciona desde tempranas horas y donde puedes ver desde mentol hasta desodorantes.

En ocasiones, si hay alguna denuncia, también puedes ver a los buhoneros correr con las mercancías en las manos porque escuchan que viene el ADN. Al día siguiente las ventas continúan con normalidad.

Al otro lado, es decir la parte perteneciente a Santo Domingo Oeste, las pequeñas casetas permitidas por el cabildo de esa demarcación para la venta, han dejado de ser suficientes y la muestra es que en las aceras hay negocios diversos que imposibilitan el paso, además de que toda la zona es una parada de carros de transporte público y comercios de alimentos.

Pero esto que digo, lo han denunciado otros, pero así son las calles de mi ciudad.