Santo Domingo 30°C/30°C light rain

Suscribete

PENSANDO

Un muro moral

El muro moral se construye respetándonos a nosotros mismos y con ello los preceptos constitucionales. En la medida que una sociedad sea justa, en esa misma medida el muro moral va a preservar la soberanía de una nación. En tal sentido, el compromiso de todos los ciudadanos en la República Dominicana es luchar por una causa común frente al mundo, como lo es el respeto a nuestra soberanía. Se habla de la construcción física de un muro en la frontera, como si se tratara de vestir de etiqueta, sin tener la ropa interior limpia. Pienso que el muro moral comienza respetando los símbolos patrios encarnados en una historia escrita con los más elevados sentimientos de equidad social, justicia social e identidad nacional, con que los próceres de la República, con el Patricio Juan Pablo Duarte a la cabeza, entregaran con sus vidas para dejarnos una nación forjada en los valores morales, cívicos y libertarios, que nos sirvieran de sustento como país. Respetar y defender ese legado es el verdadero muro que nos garantiza la supervivencia de nuestra patria. La indolencia de la justicia frente a la impunidad, el enriquecimiento ilícito a costa del patrimonio de todos, la falta de oportunidades para los más desposeídos, el irrespeto a nuestras raíces culturales y las leyes, vulnerando la institucionalidad y la carencia de paradigmas de moralidad; son los valores que debemos defender desde la zapata de un muro moral que frene el irrespeto foráneo a que estamos sometidos por el desgaste moral de nuestra identidad como sociedad. Un muro moral que enarbole el respeto de los políticos por su vocación de servir, la clase artística, deportiva e intelectual, y sobre todo, que exalte dignamente nuestras conquistas; es lo que constituye el verdadero “muro” de protección a nuestra nacionalidad. De esta forma, absolutamente nadie conspiraría en contra de nuestra identidad como nación, porque a nadie se le puede permitir vender cobardemente el futuro de nuestros hijos, nietos y descendencia, con la traición que en su momento perecerá porque “otras tantas ser libre, sabrá”. Tenemos fe en que nuestros compatriotas reflexionarán, sabiendo que es un honor para su naturaleza el actuar de manera digna frente a los traidores cargados de hipocresía.

Tags relacionados