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ORLANDO DICE

El Pacto y el gobierno

UNO: UN DESCUIDO GRANDE.- El protocolo mexicano en la jura o protesta de Andrés López Obrador se pasó de tequila y confundió a un chino con otro chino, y no pasó nada. Las excusas de lugar. El presidente Danilo Medina regresó sobrio y encontró a sus fieles durmiendo y los despertó anunciando -por su propia y viva voz- que hablaría esta semana del controvertido Pacto Migratorio de la ONU. Entonces el Palacio Nacional, tomado en falta, se apresuró e intentó ganar un tiempo que no necesitara si hubiera atendido su cartón. Ahora se informa que existe una comisión, que la encabeza Gustavo Montalvo y rendirá un informe al jefe de Estado. Durante los últimos días los periódicos y las redes se dieron banquete con el tema y los políticos se sentaron a la mesa y se sirvieron con la cuchara grande. La sensación del fin de semana pudo evitarse con poco de verdad al lado de la mucha mentira. Transparencia voceó el loco y le pusieron camisa de fuerza. El gobierno fue puesto a la defensiva cuando desde el primer momento tenía la circunstancia a su favor. No hace falta comisión si se tiene convicción y decisión tomada. Solo actuar a conveniencia, como cuando II Cumbre del CELAC en Cuba en 2014...

DOS: CON EL VIENTO A SU FAVOR.- La primera impresión es que el gobierno no quiere responder a los llamados nacionalistas, pues la comisión --según se informa - la encabeza Gustavo Montalvo. Montalvo es ministro de la Presidencia y el tema entra en su jurisdicción, pero la prudencia y manejo adecuado de la situación obligaban a dejarlo fuera, pues su solo nombre subleva a ese núcleo de población. Intransigente en demasía, y creído de que subió con Moisés al Monte Sinaí y recibió de Dios la Tabla de la Ley. El Estado no se maneja con ánimo de complacencia, pero si se quiere ser populista, populista entero y no por parte, por pedazo. Montalvo es jefe de gabinete, y lo es desde cuando Danilo Medina era proyecto, no gobierno. Pero a final de cuentas Medina resuelve, como presidente que es y responsable de su administración. No sé qué dirá el mandatario, pero sea lo que sea, y aunque coincida con las recomendaciones de Montalvo, la obra será suya. Este gobierno tiene muchos asesores que cobran por ser dirigentes del PLD y no porque cumplan trabajo, rindan labor. El gobierno consulta, sin duda, pero se libra a su suerte, y la oposición hace el resto, pues desde los tiempos de la cábala judía ninguna suerte se da impar. Ahora tampoco. Tiene bases llenas y el pitcher contrario descontrolado. Si se poncha fue porque quiso...

TRES: SOCIALIZAR, POLÍTICA DE CONSENSO.- El gobierno tuvo tiempo para elaborar una estrategia y ponerla en escena, pero descuidó el flanco izquierdo y ahora debe asumir el derecho. La oposición llegó primero y no se le puede dejar fuera. Si las visitas sorpresa llenan un cometido de política menuda, también de alta política. ¿Qué hizo Danilo Medina cuando se propuso el Plan de Regularización? Visitar uno por uno a los líderes políticos, explicar el propósito, y validado, echarlo adelante. Ahora más o menos igual. Ir donde cada uno, los que han opinado y los que no, explicar en detalles los dos acuerdos (digo dos acuerdos), y decidir y actuar de consenso. No puede pensar ni esperar que vayan a desdecirse, pero sí ver lo que no han visto ni pueden ver. Dudo que los que hasta ahora han reaccionado conozcan los detalles, los documentos letra por letra, sino que como músicos de oída, el instrumento les queda grande y desafinan. La propia circunstancia ayuda. La ONU se mete y entromete en todo, todos los partidos están en campaña, los candidatos están en la calle, y lo que haga o no haga la actual administración afectará a la que la suceda. Entonces es mejor ser parte de la decisión y no dejar que se impongan situaciones que después no podrán revertirse...

CUATRO: EU AYUDA EN PARTE.- El Gobierno la tiene fácil si sabe jugar su carta. Dejar que dispare otro, como en Liberty Valance, o tirar desde atrás, con mampara, como la estrategia de guerra aplicada por Estados Unidos en Siria al principio. El que Estados Unidos no firme, le viene como anillo al dedo. No se verán cañoneras en Haina ni portaviones en el Placer de los Estudios. El cálculo es simple. Por mucho que se diga, se crea o se exagere, la cantidad de dominicanos en otros países supera la de haitianos en territorio nacional. No se sabe cuántos dominicanos en la diáspora, que todos los censos fallan, pero tampoco los haitianos residentes aquí, pues van y vienen, y nunca es una cifra fija. Los espejos que tienen doble cristal, en uno la imagen verdadera, en otro se aumenta. Si Estados Unidos no concederá a los dominicanos, ¿por qué República Dominicana a los haitianos? La decisión es perversa, pero debe tomarse y los días no son tantos. Hubo tiempo, desde el 2016 hasta ahora, y cada cual tuvo su afán cada día y no se ocupó. Ahora habrá que pagar las consecuencias, y consecuencias inevitables, sea que se firme como que no se suscriban los pactos. La mayoría de la gente no lo sabe, pero la humanidad es un resultado de las migraciones. Basta leer a Yuval Noah Harari en Sapiens para entender...

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