Un giro positivo

Pese a todo apresto, presión o aprensión que enrarecían el panorama del país, parece haber una pausa y que las cosas -en términos de tranquilidad político-institucional- estarían buscando buen carril, precisamente el que desea una mayoría sensata que prefiere paz social y estabilidad en todos los órdenes. Varias iniciativas pendientes de una última palabra o “señal” del presidente Danilo Medina, pudieran quedarse en el tintero, producto de circunstancias especiales y de falta de condiciones. Se apunta que el reciente viaje del gobernante a la China, y sobre cuyas relaciones se han cifrado grandes expectativas respecto al amplio intercambio comercial que pudieran derivarse de las mismas, bien pudo ser un referente que tomara Medina para pensar con cabeza fría -como se cree que generalmente hace- sobre los pasos o decisiones importantes que pudiera tomar en materia política en el futuro inmediato. Está lo de la promesa de financiamiento de unos 600 millones para la CDEEE y algo más, pero al parecer el paquete envuelto en las expectativas era de mayor tamaño. A partir de ahí, y de alguna “prudencia” a observar con otros socios comerciales y amigos políticos influyentes con los que se quiere seguir llevando buenas relaciones, como unos Estados Unidos muy beligerantes y activos (¿), algunos cosas habrían comenzado a cambiar. Cambios, por cierto, que serían para bien, porque desmontarían aventuras anidadas en mentes y carpetas de alguna gente del sector oficial que muy poco ayudarían a la unidad interna que necesita el partido gobernante para garantizar el control del poder político. Pero que también significarían un retroceso o desandar del PLD en materia de reformas y de fortalecimiento institucional durante sus gestiones, pese a errores elementales, a críticas ganadas y a otras sobre las que la oposición y los intereses particulares han extremado la nota. De China para acá, se ha observado a un Medina en un perfil más bajo (pese a los “palazos” para iniciar las controversiales torres turísticas en el Este del país), y habría enviado señal de bajar el “impulso” de algunos compañeros. Un influyente ministro amigo, sabemos, ha sido vía para llevar el mensaje. Ese giro ha gustado a un sector empresarial preocupado que -en febrero- piensa buscar en firme un entendimiento Leonel-Danilo. Hay más.