Santo Domingo 23°C/26°C thunderstorm with rain

Suscribete

ORLANDO DICE

Días de murmuración

UNO- COMISIÓN A WASHINGTON.- Lo de la comisión del PRM que anda por Washington vino a saberse cuando ya se encontraba en la capital norteamericana y empezaba la tarea de denunciar la situación de la justicia dominicana. Aunque la encomienda todavía no está clara, y se debate entre chismes, riesgos, implicaciones y consecuencias. Extrañó desde el primer momento la discriminación o el discernimiento. Que se ocupara de Jesús – Chu – Vásquez y no de Andrés Bautista, aun cuando los dos presidieron el Senado de la República, fueron altos dirigentes de Moderno y forman parte del expediente Odebrecht. La murmuración lleva días, pues figuras importantes del partido se habían referido al caso de Vásquez, quien lleva a cabo una lucha tenaz en reclamo de sus derechos de defensa. Todos en más o en menos se quejan del trato, pero ninguno con la pugnacidad de Vásquez. Las faltas, de serlas, serían del juez Francisco Ortega, pero -- como siempre -- las culpas se cargan a la justicia en sentido general. Pues no interesan tanto las fallas del debido proceso, como resaltar la perversidad de las acciones. Si el gobierno controla la justicia, el gobierno por igual dirige el proceso, y el opositor será condenado…

DOS- GIRO SORPRENDENTE.- Llama la atención, no que el expediente se politice, sino que el PRM salga en defensa abierta de uno de los acusados. Se dirá y se dice que no se estaría abogando por su inocencia, sino por el respeto de los procedimientos, desconocidos – a su juicio – por el juez actuante. El giro es evidente, y sorprende que después que se dejara el caso en manos de abogados, la política lo reclame como propio. Jesús – Chu – Vásquez anda en romería, y tanto toca puertas de la sociedad civil como de instancias políticas de importancia, como las cámaras legislativas o partidos amigos. Hasta ahora, que se sepa, nada de apoyo, tal vez comprensión de su causa, pero ninguna solidaridad que no sea la de sus compañeros. Incluso, y es interesante, las voces que se levantan a su favor pertenecen al coro que aplaudió su candidatura a la secretaría general del PRM, en la convención pasada. En todo caso lucha política sin descanso, sin tregua, y la preservación de intereses de grupo. Entre los muchos runrunes de la reunión del comité Nacional, uno fue la resistencia a reconocer como miembro de ese organismo a seguidores de Vásquez. Aunque debe decirse de los dos Vásquez: Jesús como Geanilda. Se supo de una primera lista de 690 y de otra lista adicional de 200, por lo que el río no sonó en vano…

TRES- LO DE ALLÁ CON LO DE AQUÍ.- Hubo un esfuerzo de acoso y derribo contra el juez Francisco Ortega, quien contó con el apoyo de sus pares para mantenerse como árbitro en el caso. Aunque después de estos incidentes, y mucho más ahora con las diligencias que se hacen ante organismos extranjeros, habrá que ver el ánimo del magistrado Ortega. Si su temple será el mismo o se dejará influenciar por requerimientos de fuera. Parafraseando los versos de John Done, República Dominicana no es una isla, es parte del continente. Los procesos judiciales o de otro orden no se resuelven o disuelven internamente, sino que provocan expectativas fuera, aunque las decisiones finales queden en manos dominicanas. Nada nuevo ni extraordinario si se tiene en cuenta que hasta la reelección busca amparo en playas extranjeras o de que el país vive desde hace años bajo el asedio de la llamada comunidad internacional. Ni siquiera reclamarse o aludirse a la virtud doméstica, pues ese rigor se impone asuntos diversos, y cuando no es uno, es otro, y no hay forma de escaparse de ese escrutinio o considerar esos designios. ¿Logrará Jesús – Chu – Vásquez mejor suerte allende los mares que en su propia tierra? Los cabilderos hacen maravillas en Estados Unidos, y con Roger Noriega, por relaciones no fracasa…

CUATRO- CON PEÑA EN EL RECUERDO.- José Francisco Peña Gómez no mereció un minuto de silencio en la reunión del comité Nacional, pero sí un aplauso reclamado a viva voz por los compañeros que se sentaron en la parte de atrás. Los inmigrantes que recordaron al “líder indiscutible de masas”. El hecho viene a cuento, porque -- primero -- la gesta se resolvió a su estilo, con un solo corte y el agua pasó tranquila por el molino; y porque – segundo – ese ir a Washington fue una de sus tantas manera de hacer política y cuando los liberales eran una fuente real de poder en lo que José Martí llamara “norte revuelto y brutal”. Habrá que ver el recorrido de Orlando Jorge y compartes, porque en la capital de Estados Unidos hay muchas teclas, pero no todas se tocan iguales y el sonido nunca es el mismo. Los de entonces ya no están, y en Washington no soplan ni se respiran los aires de antes. Al de fuera lo ven con malos ojos, y justo sería reconocer que los perremeístas no cultivan, como los perredeístas de la época de Peña Gómez, nexos tan estratégicamente importantes. Tal vez Luis Abinader, con Rudolph Giuliani, miembro destacado del nuevo establecimiento republicano. Pero aunque está indignado con lo que estarían haciendo a Jesús – Chu – Vásquez, guardaría esa carta para una mesa de póquer más decisiva…

Tags relacionados