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UN MOMENTO

Los salmos y la justicia

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Mons. Ramón Benito de la Rosa y CarpioSanto Domingo

Hacemos hoy la entrega No. 17 sobre esta temática. Les ofrecemos el salmo 106, y quiero proclamar esta frase: “Dichosos los que guardan el derecho, los que practican siempre la justicia”.

Los que guardan el derecho, los que practican siempre la justicia, serán dichosos. Puede parecer que eso no funciona, que el que practica la justicia no es dichoso, porque no siempre se lo van a reconocer, porque el que busca la justicia muchas veces encontrará impedimentos, pero hoy, en la República Dominicana, hemos tenido un hermoso signo: “Dichosos los que practican la justicia”.

Dichosas las fiscales, elevadas a procuradoras, son reconocidas, y el pueblo dominicano es consciente y está de acuerdo en que muchas de nuestras fiscales del pasado merecían ser ascendidas. ¡Dichosas ellas!

Cuando alguien es repudiado -puede ser una calumnia, pero también puede ser una verdad- es repudiado por sus hechos. Dichosas aquellas fiscales que salieron siempre en defensa del derecho, dichosas ellas, porque practicaron siempre la justicia; dichoso todo aquel que practica la justicia.

Ese salmo 106 nos hace una invitación que dura siempre: ¡Dichoso! Dichoso siempre, dichoso porque su conciencia no le reprocha nada, dichoso porque la sociedad no le reprocha nada, dichoso porque la historia no le reprochará nada. En cambio, aquel que hace todo lo contrario, que no guarda el derecho y que no practica siempre la justicia, no será dichoso, en el fondo de su corazón no será feliz.

Ese salmo 106 nos recoge una realidad de la historia, de la historia de ayer, de hoy y de mañana.

Hasta mañana, si Dios, usted y yo lo queremos.

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