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ORLANDO DICE

Subirse al cogollito

UNO: FALSIFICACIÓN, NO RÉPLICA.- El dominicano tiene de bueno que nunca inventa, siempre copia. Lo cual no fuera malo si copiara bien. Cada país tiene sus problemas y busca la solución más adecuada. El dominicano por igual, solo que como versificó Juan Antonio Alix “le gusta el mango bajito”. Eso de subirse al cogollito da mucho trabajo y el fruto es el mismo. Igual en la esfera política. ¿Qué sentido tiene cansarse estudiando modalidades de elección que otros ya aplican con éxito? Ese es el punto, la diferencia. El original funciona, la imitación no. Aunque -generalmente- es falsificación y no réplica. Las primarias abiertas es el mejor ejemplo. La intención en Argentina fue una, en República Dominicana, otra. Allá para purgar el sistema de partidos que se había hinchado a causa de la crisis. Aquí, por el contrario, originaron situaciones y provocaron crisis. La Ley de Partidos estuvo al tris de quedarse sin bautizar y se salvó gracias a una vuelta incongruente. Unos sí, otros no, y de forma diversa o contrapuesta. En Argentina las agrupaciones pequeñas y sin tradición fueron el objetivo, la razón de ser de la legislación, incluso su virtud principal fue su carácter obligatorio. En octubre se sabrá si apuesta segura o competencia ciega.

DOS: INCAPACIDAD PROPIA.- El voto preferencial fue aprobado por primera vez mediante resolución de la Junta Central Electoral, en el período 1998-2002. Fue aplicada así no más, de manera administrativa, y de igual forma fue dejada sin efecto, tomando en cuenta la experiencia y alegando falta de sustento legal. La magia del tango. Apareció, desapareció y volvió a aparecer. Fue sancionada como ley en el 2003 por voluntad de los legisladores y sin consultar al organismo de elecciones. Incluso agregando a los regidores. La cuestión es interesante. Cuando la JCE pide a los partidos que le quiten la carga, pues no se considera “un caballito valienteÖ”, piensa en términos operativos. Lo complicado, lo difícil, lo traumático, aunque toma de mampara una situación que no vendría al caso. El poco tiempo entre las elecciones de febrero y mayo y los pataleos que siguen a cada consulta popular. Como si el temperamento fuera lo decisivo y no lo circunstancial. Conviene -por tanto- decir lo siguiente. Si por ese motivo no puede implementarse en el 2020, como tampoco se pudo en el 2016, que se olvide el 2024. Simplemente reconocer como definitiva una incapacidad extraña del órgano electoral.

TRES: EFECTO DIRECTO E INMEDIATO.- La Junta Central Electoral gritó de nuevo esta semana, y al hacerlo de manera repetida dio a entender que el voto preferencial es un problema solo suyo y que clama en el desierto. Los partidos han dicho algo, pero no como reacción propia, sino a pregunta de los reporteros del área política. Como siempre dejarán que el balón se mueva en la cancha y cuando falten minutos decidirán. Digo que decidirán, pues el tema inquieta, aunque por el momento se le trata de pie. No es lo mismo el voto preferencial de diputados y de regidores para los partidos grandes que para los pequeños en términos de alianza, y las alianzas entre determinadas fuerzas políticas son hechos cumplidos durante años. Por ejemplo en el caso del PLD, y podría decirse igual en el PRM. Si la boleta se bloquea y la escogencia se determina por el número, el partido astro va en desventaja frente a sus satélites. Ninguno aceptará una posición que no sea ganable. Y además, y es lo peor, no hará el trabajo o no se esforzará lo suficiente, sabiéndose como quiera ganado. Cada partido tiene su experiencia, y sobre todo a nivel de municipio, donde se burla y se decide al mejor postor. En ocasiones, y frecuentes y reiteradas, el alcalde del partido mayor observa con dolor como sus aliados se componen con el oponente para dejarlo en minoría.

CUATRO: ELEMENTOS INSOSPECHADOS.- La Junta Central Electoral tiene en contra que como vive diciendo que no puede, y después sí puede, los partidos no comparten su alarma. Las primarias abiertas costarían más que unas elecciones generales y el organismo no tenía presupuesto para gastos tan altos. Sin embargo, fue y ayudó al PLD a lograr su cometido en el Comité Central, que aprobó abiertas, y ahora prestará su concurso al PRM cuyo comité Nacional decidirá cerradas. Cómoda y feliz con primarias abiertas y el lobo de los miles de millones de pesos fue alarma falsa del pastor que atemorizaba la aldea o a los dueños de las ovejas. Igual con el voto preferencial de los regidores. Si los partidos no le hacen el caso, y la aplicación de la ley no se aplaza, tendrá que asumir el reto y darse cuenta que no siempre al niño que llora lo cargan. De los partidos, el organismo puede esperar reclamos, nunca condescendencia. Además de que tiene en contra, como elemento adicional, el sentir de los alcaldes. Estos quisieran que los regidores se bailotearan, de manera que puedan con recursos influir en su elección, y sean suyos y no aliados que entren en connivencia con sus oponentes. Aunque como dice el refrán no hay peor diligencia que la que no se hace.

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