Lo trascendente de la Navidad

El misterio fundamental del cristianismo es que Dios se hizo carne en el seno de una virgen. El soberano de los cielos que diseñó la creación, que no puede ser contenido en el universo, estuvo encerrado en el vientre de una mujer. El ángel dijo a José: “Lo que en ella es engendrado, del Espíritu Santo es”. Y este anuncio, breve y definido, confirma el nacimiento virginal de Jesús. María, virgen y madre, dio a luz al Dios redentor en medio de una mezcla de inocencia, encanto y grandeza.

“No temáis porque he aquí os doy nuevas de gran gozo, que serán para todo el pueblo. Que os ha nacido hoy en la ciudad de David un Salvador, que es Cristo el Señor”. (La Biblia)

“Jesús nació en Belén de Judea en días del rey Herodes, he aquí unos magos vinieron del oriente a Jerusalén diciendo: ¿Es aquí donde ha nacido el rey de los judíos? Porque hemos visto su estrella en el oriente y venimos a adorarle”. (La Biblia)

“Que la esperanza, la paz, la alegría y el amor representado por el nacimiento en Belén esta noche llene nuestras vidas y sea parte de todo lo que decimos y hacemos. Podemos compartir la vida divina de su hijo Jesucristo, así como él se humilló para compartir nuestra humanidad. Amén”. (Rev. Richard Fairchild)

“La humanidad es una gran, inmensa familia. Esto está demostrado por lo que sentimos en nuestros corazones en Navidad”. (Papa Juan Pablo II)