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PENSANDO

Dar y recibir

Tener la oportunidad de narrar un juego de béisbol, de interpretar canciones románticas y de escribir las inquietudes que nos acompañan en el paso por la vida, es un privilegio en el que valoramos lo que hemos recibido como premio, y la mejor forma de expresarlo es dando “Gracias”. Pensando a través del tiempo lo que significa el sentimiento de dar gracias, nos apoyamos en el justo concepto de “dar para recibir”. En su sublime y profundo pensamiento, Khalil Gibran, en su libro “El Loco”, narra con un alto sentido del deber y la obligación un pasaje enriquecedor que nos hace entender claramente que los bienes espirituales y materiales son el producto de una vocación que todos llevamos, pero pocos aplicamos cuando no se tiene el desprendimiento que nos proporciona un porvenir lleno de satisfacciones. Gibran contaba: Había una vez un hombre que poseía todo un valle lleno de agujas y un día la madre de Jesús acudió a aquel hombre para decir: “Amigo mío, la túnica de mi hijo se rompió y tengo que remendársela antes de que salga para el templo. ¿Quieres darme una de tus agujas?”; pero, en vez de darle la aguja, aquel hombre pronunció un sutil discurso acerca del dar y del recibir, para que María se lo repitiera a su hijo antes de que éste saliera para el templo. Hoy, debemos entender que nuestro deber desde los medios de comunicación nos compromete a dar lo mucho o poco que podamos ofrecer desde nuestra perspectiva profesional, para así recibir la sustentación de los que nos valoran y distinguen con su aprobación y cuantificación de lo que hemos sembrado, con base en un aporte comunicacional que represente un legado capaz de sustentar nuestras metas y con ellas los anhelos y realizaciones. De esta manera agradecemos el gran apoyo que hemos recibido de todos los que nos han acompañado en el emocionante recorrido de cultivar el respeto, el afecto y la dedicación, despertando cada mañana y apreciando la luz clara de un aporte apegado a criterios constructivos para la sociedad, recogiendo así el fruto de la solidaridad de nuestros lectores. Hoy, desde este espacio “Pensando”, tengo la oportunidad de dar ¡gracias!

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