Santo Domingo 30°C/30°C few clouds

Suscribete

ORLANDO DICE

La moraleja encabeza la fábula

UNO: ENTRE CUCHILLA Y GARGANTA.- Un hecho objetivo es que Xiomara Guante le ganó a Eduardo Hidalgo, y por igual es un hecho, también objetivo, que Xiomara Guante fue apoyada por el PRM -en sus dos vertientes- y grupos llamados de izquierda. Esto es, por sectores de oposición al gobierno. Lo demás, y lo demás es mucho, cae en el campo de lo subjetivo, e incluso de la especulación. Por ejemplo, sucede que el gobierno no reconoce a Hidalgo como uno de los suyos y entre opinantes se comenta que calentó la sardina de Guante. Las pruebas no se tienen al canto ni a manos, pero hace mucho que la percepción decide lo que es verdad, y por argumento en contrario, lo que es mentira. Además de que en este tiempo la moraleja encabeza la fábula, y no como era antes que estaba al final. Nada puede descartarse en ese mundo de delirio que es la política dominicana, y no pueden olvidarse los acercamientos o las coincidencias que se dieron a raíz de la Ley de Partidos. Un intercambio oficioso, pero con potenciales derivaciones. Un favor con otro favor se paga, y justo es corresponder en el momento apropiado. Mucho más si no estaba clara la conveniencia. Entre Hidalgo y cualquier otra cosa, la otra cosa podía ser más apropiada.

DOS: MÁS QUE EL CART”N, LAS FICHAS.- La semana pasada, y antes de las elecciones de la ADP, señalé que en el evento habría más política que educación, y mencioné las condiciones de políticos de Eduardo Hidalgo y Andrés Navarro. El reeleccionista presidente de la Asociación de Profesores y el ministro de Educación y casi precandidato. Lo que se dice ahora es que Hidalgo se pasó como ADP, y que sus pronunciamientos y acciones dejaban entrever inquina contra Navarro, y que su actitud no era la propia de un jefe de sindicato contra un patrono, sino que había encono personal y beligerancia política. Lo que va viene, y no hay dudas que la ADP descalificaba y cuestionaba más la política educativa que la oposición. Con el 4 % se mantenía callado o neutralizado al sector político y con el consentimiento de las encuestas Educación navegaba viento en popa y a toda vela. A favor de Hidalgo se dice que el gremio no es el presidente, y que todo lo contrario, si el presidente renegara de la causa de los maestros e hiciera migas con las autoridades, el consejo de dirección podría hacerlo saltar del cargo. Que aunque fuera del PLD, y seguidor del presidente Danilo Medina, tenía que ocuparse de su cartón y atender que no se le pasaran las fichas. Que eso fue lo que hizo.

TRES: UN COBRO EQUIVOCADO.- Si Eduardo Hidalgo puso fichas suficientes y su cartón hizo siempre bingo para los profesores, ¿por qué estos no validaron un segundo mandato que se merecía por mantener a Educación o a Andrés Navarro contra la pared? La respuesta sería la clave de todo, solo que la clave de lo sucedido no se marca con dos palitos, como en las piezas musicales. ¿La presidencia de Hidalgo o las medidas de Navarro? Si los maestros fueron afectados por las disposiciones del ministro, y reaccionaron en consecuencia, no tiene sentido, y confunde, que el presidente de la ADP pagara los platos rotos. Que cargaran la culpa al dirigente que enfrentó con pasión lo que desde su óptica se consideraron desafueros, incluso con el pesar de su alma de militante del partido. Como ocurre siempre, la derrota es huérfana, y aunque anda deambulando por las calles, nadie se la apropia. Explicaciones al granel. Una que no se da públicamente, pero se comenta entre los oficialistas, es la baja votación. No votó el grueso de los asociados (110 mil), y se asume que la abstención fue una manera de expresar inconformidad. Un punto fácil de determinar comparando la recién pasada convocatoria con las anteriores. Por ejemplo, ver si Xiomara Guante consiguió más votos individuales (no porcentaje) que Eduardo Hidalgo.

CUATRO: DESQUITE INEXPLICABLE.- La inquietud es válida, incluso como intriga. ¿Por qué no hubo una votación masiva en una organización como la ADP o en un sector como los profesores que tiene meses en pie de lucha? Los opinantes critican la forma desaprensiva como se maneja la agrupación, con paros permanentes y abierta obstrucción o desafío a las autoridades. Los padres por su parte podrían resentirse de que sus hijos no reciban los días de clase que contempla el año lectivo. Pero ni los opinantes ni los padres votan en las elecciones del sindicato. Unos porque no son arte y otros porque no se les considera parte. Ahora, los que sí pudieron votar, y parece que no, fueron los maestros arbitrariamente jubilados. Desde fuera no se entiende, pues la jubilación es un derecho, y en países como este, un privilegio. Sin embargo, entre los pensionados de la última cosecha hay disgustos, como igual se dice de los médicos. O porque no se les consultó o porque las condiciones no fueron las mejores, o las deseadas. Esos maestros, se dice ahora, se desquitaron no yendo a votar, y en algunos casos, lo hicieron en contra de la plancha del PLD, que ahora se niega fuera del gobierno. Aunque difícilmente el gobierno pueda quitarse de encima el sambenito de la derrota, y lo mejor es dejar pasar la ola, pues no hay manera de represarla cuando la oposición celebra y proclama.

Tags relacionados