Propuesta Almeyda con sutiles encriptados

El miembro del comité político del PLD, Franklin Almeida, ha escrito un documento dirigido a Danilo y Leonel para que se pongan de acuerdo y su partido siga en el poder más allá del 2020. Aunque la propuesta es pública contiene algunos sutiles detalles de alta política.

Almeida es un hombre de Estado y sabe por demás, que no obstante la alta política ser más nada que el sentido común aplicado a los asuntos importantes, como diría Napoleón, el fragor de la disputa empaña la visión. También es cierto que el sentido común no es al uso el más común de los sentidos y a nosotros, simples lectores de la propuesta de Almeida, se nos cuela y nos deja patidifusos. Es por eso por lo que al frente de la alta política se requiere gente con ideas claras y un sentido común acentuado. El país político está en un momento confuso. Mucha gente ignora qué pasará. Los eventos que entrañan cambios lo sobrecogen. En la mente de gente con poder péndula la idea reeleccionista y esto engurruña el alma de los electores. Temen que los palaciegos hagan capú y de nuevo y arramblen con las elecciones sin parar mientes en las consecuencias. De ahí que se reclame el uso del sentido de alta política porque los cargos y las responsabilidades gubernamentales no convierten en buenos, inteligentes o juiciosos a los investidos con elevadas posiciones en el gobierno o los partidos. El texto de Almeida debe ser leído y releído, separar las líneas que los dividen, para ensanchar el margen de comprensión del mensaje. Es como ponerle una lupa al cerebro y encaramar nuestra mente al escenario de los gladiadores virtuales, para ver si podemos percibir que las conveniencias pesan más que las fuerzas momentáneas. El poder es veleidoso, se escapa en un pestañeo símil a retener un puñado de agua. Los errores en política son como el tsunami que deviene del seísmo, no inmediatamente.

Un desaguisado deriva de quien lo comete. Si es el alcalde se queda en una comarca. En la lucha política nada vale sacarse los ojos para no ver el sol. La realidad está presente y latente. Aún de noche el sol está fuera de nuestro control o rotación. Aunque no se vea, el sol siempre está afuera. No sale. Está allí.

El sentido común debe fluir desde arriba para que permee las bases.