PANCARTA
Marcha Verde debe actuar ‘motu proprio’

Está en el horizonte próximo a conmemorar el segundo año de Marcha Verde, nacida como grupo social político, cuyo parto con dolor lo precipitó la “mancha morada” que contamina todo el PLD, “único e invisible”.
Toda conmemoración supone revisión, reafirmando lo positivo y admitiendo lo negativo, con una actitud autocrítica. Ese horizonte está tan cerca.
Falta apenas dos meses a partir del inminente encuentro nacional de Marcha Verde.
Sin ánimo de revivir ni de distraer, aunque sea por escrito, se impone citar el precedente de Poder Ciudadano y la paralización de colectar firmas al libro verde concebido para alcanzar un millón de firmas.
Era una meta viable cuyo alcance nadie dudó. Ya teníamos luz verde para guardar el libro en el Archivo General de la Nación (AGN).
Ahora se sabe poco del libro, porque incluso perdió el ángel que levantó vuelo.
Marcha Verde debe priorizar su segundo aniversario al necesario relieve, con una gran movilización de masas de cobertura nacional.
Esta es una iniciativa que debe ser “motu proprio” de la gente de Marcha Verde, inspirada en su trayectoria, talento y energía de lucha. En Marcha Verde “motu proprio” debe ser una filosofía, traducida a la íntima inspiración de sus entrañas, bajo el principio de la dignidad.
Contrario a “Motu proprio” queda la opción de ser batuteado por otros.
Esos “otros” dan mucho para hablar. Esta vez me limitaré a algo con historia, presente y futuro arriesgado: es el famoso “voto consciente”.
El voto consciente tuvo su vida, pasión y muerte en Poder Ciudadano.
Algunos consiguieron su respectiva candidatura; a otros no les salió nada: ni siquiera ser postulados, debiendo conformarse con ser designado director “técnico” de la oficina política de un diputado.
De mi parte no había oído hablar del “voto consciente” hasta la reciente Asamblea de Marcha Verde .
Sus postulantes deben cuidar meticulosamente la madre y maestra del término.
Como puede ser el voto más radical, si es con ‘s’, el voto sería ‘consiente’ (de ‘consentirlo’ todo).