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LÍNEAS DE GUERRA

¿Viste a César?

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JUAN CARLOS GUERRASanto Domingo

Desde el último lustro del siglo pasado y hasta mediados de esta década la pregunta que da título a estas líneas se escuchaba de boca en boca entre los dominicanos, con ella se hacia referencia o al más reciente comentario, la controvertida entrevista o alguna sorprendente revelación hecha por César Medina en su programa Hoy Mismo.

Antes de su irrupción como líder de opinión, el acontecer nacional era analizado desde una pretendida imparcialidad u objetividad que sencillamente es imposible de ejercer para ningún ser humano dada nuestra naturaleza subjetiva. Don César, rompiendo todos los paradigmas de la comunicación de la época, se atrevió no sólo a expresar con transparencia sus puntos de vista sino a defenderlos con propiedad y con un estilo que no dejaba a nadie indiferente.

Famosas se hicieron las gesticulaciones, como las de alzar las manos en medio del comentario o los inolvidables anteojos que entre una idea y otra se quitaba y ponía una y otra vez, con las cuales enfatizaba una opinión en el punto más álgido de su acostumbrado y esperado análisis a las 7 de la mañana de cada día.

Con su forma desenfadada, incisiva y a ratos irreverente de entrevistar estableció un estilo muy propio que hacía de sus entrevistas una rica fuente de noticias, pero también una prueba de fuego para cualquier figura pública que tuviera el coraje de sentarse en el set de Hoy Mismo. Todos los líderes dominicanos de los últimos 30 años pasaron por ahí dejando alguna impactante primicia que con habilidad sabía extraer Don Cesar durante alguna entrevista. La famosa declaración de Hipólito Mejía durante la campaña del 2000 maldiciendo las computadoras, la declaración de Leonel Fernández de que no se presentaría a las elecciones de 2012 o la última entrevista que ofreció José Francisco Peña Gómez apenas días antes de morir, son algunas de las muchos hechos noticiosos que se dieron a conocer a raíz de alguna de sus preguntas. Todo eso sin dejar de mencionar los deliciosos intercambios con su gran amigo Hatuey De Camps, algunas de las cuales están disponibles en YouTube.

Cesar Medina fue, a no dudarlo, el mejor analista político y el mejor entrevistador de su época. Muy por encima de la competencia tanto en audiencia, como en calidad de contenido. En el apogeo de su carrera, Don César marcaba el ritmo de la agenda noticiosa de cada día, lo cual en un país con tantos medios no es una hazaña menor.

La historia política de la República Dominicana de finales del siglo pasado y principios de este no podrá ser escrita sin dedicar una parte importante del tiempo a escuchar sus comentarios, ver las entrevistas que realizó y leer sus análisis.

El legado que deja al país Don Cesar Medina es inmenso, a sus hijos debe quedarle la satisfacción por todos los aportes hechos a la comunicación dominicana. Tienen ellos la tarea de poner a disposición de todos sus trabajos periodísticos ya sea a través de plataformas como Youtube o mediante la publicación de sus artículos en alguna colección. Pero más allá de eso, tienen el grandísimo deber de seguir su ejemplo.

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