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¿JCE entrampada?

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VINICIO A. CASTILLO SEMÁNSanto Domingo

¿Está la JCE entrampada? Ha quedado entrampada al proponerse aplicar el engendro inconstitucional denominado Ley de Partidos No.03-2018. El órgano electoral cuya responsabilidad fundamental es el mandato constitucional de organizar elecciones libres y limpias en febrero y mayo del 2020, se encuentra en una especie de callejón sin salida, al involucrarse en la organización de primarias abiertas y/o cerradas para elegirle a los partidos políticos decenas de miles de candidatos a los cargos de elección popular en los tres niveles, dentro de 14 meses.

Los miembros de la Junta Central Electoral, nuestros apreciados amigos personales, saben perfectamente que su primera y suprema obligación es cumplir y hacer cumplir la Constitución de la República. Saben que el Artículo 184 de la Constitución, combinado con el 277, le impiden aplicar el régimen de primarias abiertas, declarado inconstitucional mediante Sentencia de fecha 16 de marzo de 2005 de la Suprema Corte de Justicia, en la que el propio distinguido amigo Dr. Julio César Castaños, a través de su fundación, fue el accionante principal.

La Suprema Corte de Justicia, actuando como Corte Constitucional (precedente vinculante a la JCE), habló claro y preciso. La Junta Central Electoral no puede convocar al electorado dominicano (padrón de JCE) para elegirle candidatos a los partidos políticos. Esta sólo lo puede hacer para elecciones ordenadas por la Constitución. La encomienda de aplicar un mamotreto inconstitucional es y será en los próximos meses un peligroso factor de perturbación para la credibilidad de la Junta Central Electoral, como árbitro fundamental de los procesos comiciales venideros.

La JCE, después de las convincentes explicaciones que dio al país junto a su equipo técnico, días antes de la aprobación del mamotreto llamado Ley de Partidos, no debió jamás plegarse a una ley espuria, producto de un conciliábulo de un sector del Partido de la Liberación Dominicana con dos partidos de oposición, que le encomendaran a través de esta ley el triste papel de “verdugo” de derechos fundamentales y democráticos, que son groseramente afectados por el adefesio, hecho como traje a la medida de intereses particulares.

¿Por qué está entrampada la Junta? Porque queriendo ejecutar lo imposible ha dado plazos hasta principios de diciembre para que los partidos políticos decidan el tipo de primarias en las que desean participar, so pena de perder ese derecho. El sector del presidente Danilo Medina no quiere definir el tema ahora, antes de diciembre. Desatar una guerra interna, convocar el CC del PLD para anunciarle que se le quiere quitar los derechos exclusivos a la militancia morada de elegir a sus candidatos, es políticamente inconveniente para los estrategas gubernamentales. Quieren que la JCE lo deje para marzo, la misma fecha donde el Presidente decidirá si va o no intentar una nueva repostulación. La JCE choca con esa posición bajo el esquema de que no tendría tiempo para organizar primarias abiertas, que es lo mismo que unas elecciones anticipadas con padrón de JCE. Un verdadero tollo.

Nueve partidos de oposición hemos impugnado esa resolución por no haber cumplido con los requisitos legales. El próximo día 26 de septiembre el presidente del Tribunal Superior Administrativo ha fijado audiencia. En los próximos días dichos partidos iniciarán recursos de amparo preventivos, por más de diez violaciones constitucionales del adefesio legal y la grave amenaza a la conculcación de derechos fundamentales, tanto de los partidos accionantes como de la ciudadanía en general.

¿Qué va a hacer la JCE con los estatutos de los partidos? ¿Va a desconocer los órganos estatuidos por éstos? ¿Cuáles serán los órganos que decidirán el tipo de elección, primarias, padrones? ¿Las cúpulas, como dice el adefesio legal, o los mecanismos de democracia interna que establecen los estatutos de los partidos, que son la base de la libertad de asociación constitucional?

La JCE se está metiendo, tal y como habíamos advertido, en un berenjenal inmenso. En una tarea imposible. En una olla de grillos que la distraerá de su papel fundamental y que expondrá gravemente al país a una seria crisis institucional y pre-electoral en el año 2019.

La JCE está en un momento crucial hoy. Debe asumir frente al país el rol de garantizar la democracia dominicana y el éxito de los torneos electorales que tienen a su cargo. Tiene la Constitución y el precedente de la Suprema Corte de Justicia del año 2005 para protegerse. Como dijo el propio Dr. Castaños, no están obligados a lo imposible. Su deber es rehusarse a aplicar la “porquería de ley”, como la llamó mi respetado amigo don Álvaro Arvelo y recurrir por las vías de derecho a su nulidad, erigiéndose en garante de derechos fundamentales gravemente afectados por el adefesio legal.

Si no lo hacen, y persisten en imponer la ley abusiva bajo el alegato de que están obligados a ello porque el Congreso lo aprobó y ellos tienen simplemente que ejecutar ese mandato, no importa que sea inconstitucional, arbitraria, y que afecte derechos fundamentales, iremos al caos y a la debacle institucional. Espero que Dios ilumine al Dr. Castaños y a los demás distinguidos miembros de la JCE y entiendan que les resultará imposible cumplir con éxito su mandato constitucional de organizar elecciones libres y limpias en el ’20, si se involucran en la ejecución de elección de candidatos de partidos a partir de unas elecciones anticipadas, dentro de 14 meses. Sálganse de ese callejón sin salida. Todavía están a tiempo.

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