Santo Domingo 23°C/26°C thunderstorm with rain

Suscribete

Tiempo para el alma

“Bendigo al Señor que me aconseja; aun de noche mi conciencia me instruye”. Sal. 16:7.

Es que tu Palabra no pasa o se esfuma; tus palabras no van al aire, calan la conciencia, la penetran y la inquietan. Conocer las experiencias de los apóstoles, por ejemplo, es una invitación a actuar, a generar un cambio esencial.

Es como una cocción a fuego lento. La cosa no se transforma de manera instantánea, es un proceso, se va sintiendo, se va observando, se va haciendo evidente lentamente, tanto que hay un momento en el que no se percibe el cambio, parece estático. ¡Ay, pero cuando está en su punto! ¡Qué delicia! ¡Qué hermosura!

Así es la Palabra de Dios en la vida de las personas que abren las puertas a la transformación. Y es tan profundo, que todo en su vida va caminando en función de lo aprendido, de lo acogido, de lo recibido. La conciencia y el alma o la conciencia, el alma, no se desvinculan o desvincula de la necesidad de salvación.

Tags relacionados