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Guerra de encuestas

Las encuestas se han convertido en un instrumento de propaganda que los políticos utilizan para vender una imagen o promover ideas, lo mismo que un comercial de radio o televisión, un afiche o una valla. Se buscan firmas encuestadoras desconocidas y aparentemente huérfanas de patrocinio, y presentan sus trabajos como si fueran noticias con la intención de posicionar en la mentalidad de un segmento de la población un escenario electoral determinado. Por ejemplo, que “fulano le gana a zutano”, que “mengano es invencible” o que con “perengano se pierde”.

En las últimas semanas estamos asistiendo a la más reciente “guerra de encuestas”, que es como se conoce esa práctica de presentar una carretilla de sondeos en un período relativamente corto de tiempo, mostrando resultados tan disímiles que parecerían realizadas en universos diferentes, tiempos distantes y con metodologías disímiles.

Por tanto, no vale la pena analizar resultados que se sabe se dan “a la carta”, si no tratar de identificar las estrategias que revelan las mismas a partir de sus resultados y quienes estan detrás de su profusa divulgación.

Están las que señalan que Luis Abinader le gana tanto a Leonel como a Danilo, y que por tanto el joven líder opositor representa la carta de triunfo del Partido Revolucionario Moderno sin importar quien encabece la boleta peledeístaÖ

Otras establecen que Leonel Fernández no tiene competencia a lo interno del Partido de la Liberación Dominicana, que le gana “mucho a chin” a todos los demás aspirantes presidenciales. Y que, de ser elegido candidato, ganaría las elecciones cómodamente a cualquiera de la oposición.

Ninguno de estos dos relatos sorprendeÖ Ambos aspirantes tienen por estrategia sembrar la idea en las bases de sus respectivos partidos que sólo ellos pueden garantizar la victoria en las próximas elecciones, y además se enmarca dentro de cierta táctica común de predisponer un escenario electoral polarización entre ellos.

Pero hay encuestas que promueven otras ideas y narran otros relatos. Y que adquieren particular importancia porque se les atribuye su paternidad a sectores muy cercanos al presidente Danilo Medina. Quien sin dudas será un factor determinante, no sólo dentro del proceso interno del PLD, sino también en las elecciones del año 2020.

CID Latinoamericana es una encuestadora que lleva años en el país y a la que se le imputan vínculos cercanos con un destacado economista que parece estar muy cerca del Gobierno, y por tanto los enfoques de sus estudios de opinión podrían dar una idea de por donde andan encaminadas las estrategias de gente muy vinculada al mandatario.

Una reciente encuesta de CID muestra a un PLD muy fuerte, que supera el 50 por ciento de aprobación mientras el PRM apenas alcanza el 20 por ciento. Sin embargo, según esta encuestadora, esa fortaleza no se le traspasa a Leonel que aparece en un empate técnico cuando se le mide frente a frente con Luis Abinader.

Pero el dato que resulta aún más sugerente es que, según CID, Leonel no es invencible dentro del PLD. Ya que cuando se le mide cabeza con cabeza con otros dos precandidatos ---nuevos y sin demasiado reconocimiento en la masa votante de su partido--- aparece con una ventaja muy estrechaÖ

A Domínguez Brito, que apenas arrancó su precampaña, sólo le saca 3 puntos. Y a Andrés Navarro, que anunció su intención de buscar la candidatura presidencial pero ni siquiera ha iniciado los trabajos, apenas le saca un10 por ciento.

La CID no midió a ningún otro precandidato ni utilizó el método de medir a todos contra todos. Y si lo hizo, sus patrocinadores decidieron no divulgar el dato, porque el interés es vender la idea de que si la corriente danilista se aglutina en torno a un aspirante ---y es evidente que círculos cercanos al Presidente tienen sus preferidos---, este podría imponerse a Fernández en unas primarias internas. Lo que de paso sería conveniente para los peledeístas, pues según el relato que nos narran, Fernández no garantizaría la preservación del poder.

Faltan dos largos años para las elecciones, y por eso las encuestadoras se pueden dar el lujo de difundir cualquier cosaÖ Pero puede que la realidad política se encuentre muy distante de lo que muestran esas “encuestas”Ö Que en algunos casos están más cerca del “Fake News” que del rigor científico que requiere un estudio mínimamente preciso de un mercado electoral.

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