Santo Domingo 23°C/26°C thunderstorm with rain

Suscribete

POLÍTICUSWEB

La UASD volverá a enfrentar el desafío de transformarse

La universidad estatal de República Dominicana enfrentará esta semana un desafío determinante. En las últimas décadas su calidad docente y administrativa ha estado colocada sobre la llama que arde en el candelabro de la sociedad. Su proceso de reforma se encuentra estancado, mientras las autoridades universitarias se debaten en una vorágine de clientelismo, falta de transparencia, populismo y denuncias de corrupción.

Para el 20 de este mes la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD) convocó a los 2,867 miembros del Claustro Mayor para elegir a un nuevo rector, cuatro vicerrectores, decanos, vicedecanos, directores de escuelas y direcciones y subdirecciones de recintos y centros universitarios. En total, 176 cargos.

En este proceso electoral vuelven a aflorar sus luces y sombras. Como un reflejo fiel de lo que ocurre en las elecciones del país, la UASD se nos presenta como la patria chica. Cientos de aspirantes y una millonaria inversión de recursos económicos en propaganda y actos proselitistas, que muchos atribuyen al patrocinio de corporaciones financieras para los proyectos con mayores posibilidades de éxito.

No menos preocupante es el papel que desempeñan los principales partidos políticos, los reductos de grupos de izquierda y movimientos de toda laya. Sin el padrinazgo de ellos, aspirar con reales posibilidades de triunfo sería una quimera, independientemente del prestigio académico y labor en los estamentos sociales nacionales o extranjeros que acumule el intruso.

Tal vez por estos vericuetos es que se afirma que la casa de altos estudios dejó atrás los fascinantes años del movimiento renovador, que parió rectores y otras figuras con cualidades intelectuales y liderazgo en sus decisiones universitarias que permitió visualizar a algunos hasta como figuras presidenciales.

Pero bueno, volvamos a los nuestro. El caso es que en estas elecciones la academia tiene, por ejemplo, nueve aspirantes a rector. Ellos son, según el orden en la boleta: Emma Polanco, Francisco Galarza, Editrudis Beltrán, Juan Tiburcio, Oscar Rosario, Nino Feliz, Faustino Collado, Rafael Morla y Ramón Peralta.

Dos de ellos, Polanco y Beltrán, han concentrado las mayores simpatías en la familia uasdiana. Y lograron dividir, inclusive, la militancia interna de partidos como el de la Liberación Dominicana (PLD) y Revolucionario Moderno (PRM), en un fenómeno que recrea los acontecimientos políticos nacionales. Sin citar las medidas de control adoptadas por la comisión electoral, para prevenir acciones de violencia como los registrado en el anterior proceso de 2014, donde varias personas resultaron heridas tras las votaciones.

Las promesas electorales de Emma Polanco (que sería la primera mujer rectora de la UASD en sus casi 480 años); Editrudis Beltrán y los demás candidatos giran en torno a la necesidad de motorizar los cambios y transformaciones que requiere la academia, para modernizarla en materia de tecnología, investigación, docencia y plantas físicas.

Además hacer frente al saneamiento y transparencia de la nómina, rendición de cuentas, auditoría, mejorar las condiciones de los docentes y empleados que cumplan con su labor, aspirando a la calidad, la excelencia y recuperar los vínculos con la sociedad sin retórica ni intereses personales y grupales.

De entrada, las nuevas autoridades se encontrarán con alrededor de 200 mil estudiantes que provienen esencialmente de los niveles más deprimidos de la población y un presupuesto anual que ronda los RD$8,000 millones. ¡Ah! Y otro de los retos principales, lograr una universidad gobernable, para salvarla del colapso.

Tags relacionados