Los salmos y la corrupción

Esta es la entrega número 15 acerca de esta temática. Les invito a tomar el salmo 65. El salmo 65, es himno de acción de gracias. Uno puede dar gracias en la vida por tantas cosas: dar gracias a Dios, dar gracias a las personas que nos rodean, dar gracias por los que nos han ayudado.

Pero este salmo trae una acción de gracias especial, y dice así en su versículo número cuatro: “A ti acuden los mortales con sus malas acciones; nos abruman nuestras culpas, pero tú las perdonas”.

Aquí recoge la temática del que actúa mal, pero se arrepiente, y Dios acoge el perdón. ¡Es contrastante!

Cuando se habla de la corrupción y del corrupto que no cambia, se tienen que esperar las consecuencias que vendrán.

Es algo muy interesante en la ley para la Dirección General de la Ética en la República Dominicana. Se habla de que hay que tener un régimen de consecuencias, que todo el mundo sepa que las consecuencias de lo que ha hecho van seguir.

El salmo recoge la idea de alguien que se quiere arrepentir, pide perdón de las acciones malas que ha hecho, entonces las consecuencias terminarán.

Es verdad que tiene que reparar los daños, es verdad que el que roba tiene que devolver lo robado junto con el reconocimiento de sus malas acciones, pero eso lo libera y eso lo hace sentir de tal manera que entona un himno de acción de gracias.

El salmo 65 es para personas que han andado en malos caminos y han vuelto a recuperar el perdón y dan gracias por la nueva vida que han adquirido.

Hasta mañana, si Dios, usted y yo lo queremos.