Recomendaciones para Semana Santa

Hay varias cosas importantes a tener en cuenta en la Semana Santa.

1.- ¿Por qué es santa esa semana? Es santa porque el Señor la santifica con su muerte y resurrección. ¿Se han vaciado de contenido esos días? Aun así podemos llamarlos santos, por ser el Señor quien los santifica.

2.- El Señor es santo y santifica también a quienes se convierten a Él de corazón. Lo importante es que nosotros también seamos santos, porque el Señor es santo.

3.- La humanidad conmemora el hecho histórico de la muerte y resurrección de Jesús, con el mismo derecho, o más, de quienes recuerdan los acontecimientos importantes de la historia. Jesús está por encima de todo eso y merece mayor respeto.

4.- La Semana Santa no es sólo recuerdo histórico de la muerte y resurrección del Señor. Es actualización del hecho de salvación en que Jesucristo nos manifestó su amor hasta entregar su vida, para darnos vida eterna por su Resurrección.

5.- Vivir el misterio pascual implica adoptar una actitud consciente de reccogimiento espiritual, y una conducta apropiada en la Semana Santa. Sólo en el silencio y la paz interior, no en el bullicio del mundo, tiene lugar el encuentro con Dios.

6.- No vale la pena quejarse de quienes utilizan la Semana Santa para actividades desordenadas social, moral y espiritualmente. Las quejas no resuelven el problema. Más bien hay que orientar y rezar por esas personas, ofreciéndoles el hermoso regalo del testimonio cristiano.

7.- Es importante participar en las celebraciones de la Iglesia para la Semana Santa; es la forma de vivir comunitariamente el misterio que celebramos.

8.- No está de más acercarnos al Sacramento de la Reconciliación, para confesar los propios pecados y así barrer nuestra casa interior, haciéndola más habitable por la gracia de Dios.

9.- Como el Señor nos perdonó, perdonemos también nosotros. Cuando uno perdona se libera; quien guarda odio está encadenado. La persona que maquina cosas malas para quien le ofendió, sufre. Hay que liberarse de los odios, ofreciendo el perdón a los demás.

Quien no es capaz de arrodillarse para pedir perdón o perdonar a su prójimo, es incapaz de hacerlo ante Dios con sinceridad de corazón.

10.- La Semana Santa y la PASCUA, son un derroche de amor del Señor hacia la humanidad. Tanto amó al mundo que se entregó a la muerte en la cruz y resucitó para darnos vida en abundancia. Lo más importante, entonces, es corresponder a ese amor de Jesús, resucitando con Él a una vida nueva. Es preciso realizar en la propia vida una conversión espiritual desde lo más profundo y optar por vivir en clave de amor. El camino es el amor.