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Asesores políticos y Guacanagarix

Yo no critico la actitud de muchos políticos criollos de contratar asesores extranjeros para el desarrollo de sus estrategias de campaña. Muchos de ellos vienen precedidos de fama y prestigio en sus respectivos mercados, lo cual les confiere calidad profesional para tales fines.

Tampoco critico que muchos publicitarios extranjeros sean contratados para producir las campañas de muchos candidatos locales. No lo hago, ni lo puedo hacer, por lo expuesto en el párrafo anterior.

Además, es su derecho y son sus recursos.

No obstante, la verdad es que esta tendencia, cada vez más común, anula la posibilidad de que buenos profesionales dominicanos puedan desarrollar su talento, sumar experiencia y poner a prueba su capacidad.

El dominicano Rafael Céspedes, por ejemplo, para evidenciar su calidad en el ámbito de la asesoría política, para brillar como asesor político, hubo de irse a Venezuela para jugárselas felizmente con el difunto Hugo Chávez y desarrollar magistralmente un trabajo que terminó llevando a este candidato a Miraflores.

Milcíades Díaz Santil, José Cabrera, Wilson Rodríguez, entre otros, poseen la experiencia y la capacidad para orientar correctamente cualquier candidatura (de hecho ya lo han hecho con buenas notas), pero últimamente han quedado relegado y son ignorados por la clase política local.

Las frases más exitosas de la historia de la publicidad política nacional han sido de facturación criolla. Las campañas más memorables de la propaganda política nacional han sido producidas por creativos dominicanos.

Nandy Rivas, Efraim Castillo, Raúl Bartolomé, Freddy Ortiz, Charli Núñez, (también lo hicieron en vida Ramoncito Díaz y Yaqui Núñez del Risco) han demostrado tener la capacidad de realizar un trabajo publicitario digno para cualquier candidato de nuestro país y están disponibles en moneda local y posiblemente a escasos metros de los partidos. No es chauvinismo ni celo profesional, se trata de resaltar la tendencia de preferir lo extranjero simplemente por serlo. A nuestra nación han venido asesores suramericanos que en sus respectivos países han sido segundos de profesionales dominicanos. Tenemos constancia de ello.

Sin embargo, nuestros políticos se desviven por traerlos y pavonearse al decir que tienen asesores extranjeros. Parece que el complejo de Guacanagarix todavía está vivo en nuestro país.

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