Santo Domingo 23°C/26°C thunderstorm with rain

Suscribete

FUERA DE CÁMARA

Generosidad de Cury

El doctor Julio Cury admite que propuso a la Suprema Corte de Justicia --sin consultarlo con Hipólito Mejía--, que mediara en la litis por difamación e injuria que sostenían el expresidente y el senador de Peravia, Wilton Guerrero, “porque al haber contribuido a (Ö) restablecer la armonía, la persona y el abogado que se conjugan en mí se sienten profundamente satisfechos”.

Cury dice que su actitud lo expuso, incluso, al reproche de Mejía ya que no le consultó ante “mi atrevida iniciativa” pero que afortunadamente al final el expresidente consintió en desistir de la acusación a cambio del desagravio que el legislador terminó ofreciéndole tanto a él como a su familia.

El relato lo hace el conocido abogado en carta que envía al autor de esta columna aportando los detalles de su participación en la Litis judicial tanto en su condición de abogado del demandante como mediando para que el caso terminase en una transacción que pusiera fin al conflicto que duraba ya casi seis años.

Comparto con los lectores la carta del doctor Cury para hacer al final algunas puntualizaciones que considero oportunas:

“Buenas tardes, César. A mi edad, aún no he resuelto el dilema que crea la dualidad de una gratitud que se impone compartida entre la persona y el periodista, y aunque la mayoría de las veces se opera la indivisibilidad de la unión, creo más bien que la primera arrastra a la segunda, y a ella va la mía por el generoso comentario que de mí hiciste en tu columna de hoy del Listín Diario”.

“...Con la lógica del bisturí”

“La experiencia en esta áspera disciplina en cuyos moldes me he forjado, cuya lógica es un bisturí que tiene la ambivalencia de descubrir y esconder la verdad, me sugirió en pleno estrado proponerle a la Suprema Corte de Justicia que provocase una conciliación entre las partes encausadas en vista del largo tiempo discurrido sin que el proceso se instruyese y, por supuesto, del carácter de medida extrema de la política criminal que reviste el proceso penal.

“Me arriesgué al reproche del Ing. Hipólito Mejía, ya que no le consulté antes mi atrevida iniciativa, pero afortunadamente consintió en desistir de la acusación a cambio del desagravio que el legislador Wilton Guerrero terminó ofreciéndole tanto al exmandatario como a su familia. Y al haber contribuido a apuntalar la verdad y restablecer la armonía, la persona y el abogado que se conjugan en mí se sienten profundamente satisfechos.

“Gracias de nuevo, César, por tu mención de hoy, que proviniendo de la magia de tu prosa suelta y elegante, me honra.

“Aprovecho la ocasión para renovar mis votos por tu salud, con ruegos a Dios de que sigas entre nosotros por muchísimos años más. Con amistad y respeto, Julio Cury”.

... Y una valoración final

Creo cada palabra expresada por Julio en su atenta misiva, y por otras fuentes sé también que las cosas ocurrieron tal como él las narra aquíÖ Pero, desafortunadamente, yo no puedo estar de acuerdo con el arreglo que se ha buscado porque es evidente que se trata de un daño hecho con mala fe --en una coyuntura electoral muy particular--, y sobre el que hubo tiempo de sobra para buscar una solución extrajudicial.

La Suprema Corte aplicó el paso de la hicotea para no conocer con la celeridad requerida un caso con el que evidentemente se quiso librar de responsabilidad a la parte acusada a pesar de que desde el principio se hizo evidente su responsabilidadÖ El senador Guerrero debió pagar por su delito asumiendo la responsabilidad condigna porque independientemente de la responsabilidad penal que tuviese, su responsabilidad civil es aún de mayor trascendencia para tratarse de un ciudadano encumbrado en una instancia de poder que le garantiza inmunidad legislativaÖ

....Pero eso no significa que tiene derecho a la infamia porque después de ella tenga también garantizada una impunidad que no le confiere ningún texto legal. Ese señor, simplemente, debió pagar por su desafuero.

¡Debió ser su último aldabonazo!

Tags relacionados