En la diana
Primer Tiro Se incurre en un déficit analítico cuando no se toma en cuenta que la deuda pública puede tener como contrapartida un activo productivo. Esa observación fue hecha ya hace mucho por tiempo por Willem Buiter (1985), quien propone que el cálculo de la sostenibilidad de la deuda debe hacerse tomando en cuenta el patrimonio neto, el cual es igual al pasivo, representado por la totalidad de las obligaciones del Gobierno y los activos que representan derechos y capacidades de generar ingresos no tributarios. En otras ocasiones esto se ha planteado como la diferencia entre la deuda buena y la mala, la cual se explica por el hecho de que la primera se destina a la adquisición de un activo valioso, mientras que la segunda no. Lo importante es el planteamiento de que el valor relevante es el patrimonio o deuda neta, el cual debe ser debida y correctamente calculado, y que las conclusiones sobre la sostenibilidad pueden cambiar radicalmente cuando se toma dicho valor en vez de la deuda bruta.
Segundo Tiro El Banco Central y el Ministerio de Hacienda han publicado sus estadísticas conjuntas sobre la deuda pública total consolidada, según las cuales al cierre del 2016 la misma representaba el 47.6% del PIB. La Dirección General de Contabilidad Gubernamental calcula y publica anualmente el Balance General del Gobierno Central, conformado por las mismas instituciones que se incluyen en el Presupuesto del Gobierno. Sin entrar en detalles, el asunto es que cuando se toma el monto del patrimonio presentado en dicho balance y se le calcula en términos del PIB, se obtiene que para el 2016 el mismo representaba apenas el 5.7%, cifra ocho veces menor al caso de la deuda bruta. Más aun, según este criterio de sostenibilidad, la misma mejoró entre el 2014 y el 2016, pues en ese primer año el patrimonio negativo del Gobierno representaba el 6% del PIB. Y más todavía: mientras la deuda bruta aumentó en 2 puntos porcentuales del PIB entre el 2013 y el 2016, el patrimonio del Gobierno solo lo hizo en 1.3 puntos porcentuales.
Tercer Tiro El déficit analítico se agravaría cuando se logre calcular el patrimonio neto del sector público consolidado, es decir, la suma del Gobierno Central, las instituciones y empresas públicas, y el Banco Central y las demás instituciones financieras. Sin ningún riesgo se puede adelantar que el monto del patrimonio positivo del resto del sector público excede al negativo, lo que significa que términos consolidados, el patrimonio total de todo el sector público, como proporción del PIB, disminuiría con relación al que representa el Gobierno Central. Para entender este resultado esperado, solo hay que tomar en cuenta que el valor positivo de mercado del patrimonio de todas las empresas eléctricas, del Banco de Reservas, del Banco Agrícola, el CEA, del FONPER, entre otras, superaría holgadamente el valor negativo de otras empresas e instituciones financieras. Pero al mencionado déficit analítico anterior se agregaría el que surge de las proyecciones de las variables tasas de interés y crecimiento del PIB, pues según demuestran las ecuaciones de sostenibilidad, medida a través del patrimonio del sector público, esta aumenta cuando la primera disminuye, y aumenta cuando se incrementa la segunda. La próxima entrega se encargará de documentar y cuantificar ambos déficits.