UN MOMENTO
Los salmos y la corrupción

Queremos ir dando una mirada, cada semana, a uno de los salmos, y mirarlos y relacionarlos con la corrupción.
Invito no solamente a los que creen en los salmos, en la Biblia, en la Escritura, en nuestra dimensión religiosa de estos escritos, a mirarlos así, y también a los que no creen y ven en los salmos una presencia de Dios: los invito a verlos como un libro de literatura, un importante libro literario.
Los salmos, desde el punto de vista literario, poético, son hermosos. Todos hemos de leer los salmos, si no por razones religiosas, por lo menos por razones literarias.
Hay un salmo, el salmo primero, que es una invitación preciosa a luchar contra la corrupción, y habla aquí de dos caminos que podemos seguir los seres humanos.
Una meditación a esta luz nos hace bien a todos: “Feliz quien no sigue el consejo de los malvados, de la corrupción, ni anda mezclado con los corruptos y los injustos, ni en grupos de necios toma asiento, sino que se recrea en la ley de Dios, en los mandamientos: No matarás, no cometerás adulterio, no robarás…”. Esos mandamientos nos invitan a vivir precisamente en la justicia y en la no corrupción.
Una lectura sosegada del salmo 1 nos hace bien a todos, ya que ese salmo nos invita a cortar con la corrupción y las injusticias.
Hasta mañana, si Dios, usted y yo lo queremos.