EL ROEDOR
¡Ahora nadie hizo nada!
*Como dijo Emil Zolá en el caso del capitán judío Dreyfus, le pido al Procurador General de la República, Alain Rodríguez, en el caso de la Odebrecht, que no vaya a juicio de fondo contra tantos dominicanos serios. Que retire los papeles, como se hizo con el caso J.B., que yo soy el ladrón, que me venga buscar y bote la llave cuando me tranque en la isla Beata. Como decía en estos días mi compueblano, Oscar Jiménez, nadie sabe cómo he llegado donde estoy, nadie me ayudó; nadie sabe qué cuesta criar hijos que no avergüencen a sus padres; nadie sabe de los trabajos pasados, de los ‘puertazos’ en la cara, de las mentiras y cuentos; de los días sin gozo, de los caminos y ventanas cerrados; de las noches sin dormir, de la amargura del pan cuando no se tiene. Y si nadie me acompañó, como el amigo de Roberto Carlos, en los momentos duros, infelices, de hambre. Entonces, que no me juzguen. No protestaré. Soy corrupto y pagaré. ¡Dejen tranquila a tanta a gente seria! Cóbrenme a mí, que soy un ladrón. Yo me acuso y aprésenme a mí. Se han equivocado. Admítanlo. (a.u.).
1.- PERO DEBO DECIR, aunque me cuelguen, que el mundo está podrido. Que marcha hacia su destrucción total en esto que agudas inteligencias llaman ya la IV Guerra Mundial; que los “verdes” son iguales, que viven de las ONG, las remesas de USA y de Europa (por su “trabajo”), y ojalá que los prueben en el poder por un año. Que como decía Ruddy González el miércoles, hay sectores que se burlan de los pendejos jugando a la ingobernabilidad, donde todos perderíamos. Lo decía el general William Sherman, el héroe de Ohio, en el S. XIX: “La guerra, en el mejor de los casos, es barbarieÖsolamente los que nunca dispararon un arma y que nunca escucharon los alaridos y los gemidos de los heridos, son los que piden sangre a los gritos, más venganza y más desolación. La guerra es un infierno”, y además, Mercedes Sosa, la morocha que con su voz tronante, desde Argentina, le dijo al mundo que estaba lleno de chacales (se refería a Pinochet y a Videla, a.u.), pero que “las guerras nunca han creado nada, a no ser sufrimiento y muerte”. El planeta está lleno, sembrado, de minas terrestres, para matar humanos y a los animales que nos ayudan a vivir, ya sea cargando o alimentando a 7 mil millones de humanos, 2 mil de los cuales no tienen acceso al agua potable, según dijo el presidente boliviano, Evo Morales, en la asamblea General de la ONU la semana pasada, presidiendo el Consejo de Seguridad; pero aumentan los presupuestos de guerra y las armas más sofisticadas para matarnos. ¿Qué futuro tiene un mundo dominado por la guerra, la codicia y fariseos? Bolívar Espinosa me lo dijo un día en Vicente Noble, cuando observábamos un gran avión que dejaba una estela blanca en el cielo: “¿A que tú no sabes qué busca esa gente encima de ese avión?”. Le dije que no sabía, y me respondió: “En busca de la comidita. ¡En eso andamos todos!”. Pero hay gente que se lo ha cogido tan a pecho, que mata, roba y cree que los demás no tienen derechos”. ¡Codicia!
3.- DEMOLEDORES DE NACIONES.- Ahora tenemos unos señoritos que parecen esas bolas gigantes que mueven las grúas para demoler edificios: ¡ellos demuelen países! Uno de ellos es Mauricio Macri, en Argentina --que hablan, de mi presidente Trump--, pero este señor en año y medio ha endeudado a la Argentina dizque para “eliminar la pobreza”, con unos 300 mil millones de dólares, todo ello sacado del aparato productivo, destruyendo las conquistas sociales, pagando deudas impagables y empobreciendo a los pobres y las clases medias (a los jóvenes) hasta más no poder (visten como pordioseros, mientras su gabinete acumula riquezas y en su mayoría son funcionarios del sector privado, de multinacionales y ricos). Da pena ver a los jóvenes argentinos empujando carretas y la gente comiendo porque se juntan en comedores populares formados como ‘convites’ por ellos. Lo hecho por Menem y Cavallo se queda corto con lo que ha hecho este señor en año y medio: allí sólo se habla de aumento de tarifas y recortes de ayudas sociales. Los campesinos lanzan desde camiones y retroexcavadoras, los víveres y verduras, pues producir un kilo de papas cuesta unos 30 pesos y tienen que venderlos a 5 pesos. Los pobres que pagan luz, no pueden pagar el agua, ni el gas para calentarse frente al invierno, que ya llegó. Tiene todo ese tiempo esperando la inversión extranjera, pero todos los días sacan las pocas reservas en dólares y nada de la llegada de las inversiones. Al lado de Temer, en Brasil, que tiene un 4% de aprobación en el año que lleva en la presidencia después del golpe de Estado ilegal contra Dilma Rousseff. ¡Nadie lo quiere! ¿A quién con su juicio en plomo, se le ocurre congelar al gasto en salud y educación por ley y por 20 años? ¡A ese señor! No hay mejor forma para demoler un Estado y matar a los pobres sin servicios sociales y más pobreza, la cual se nota en los zapatos que usan los brasileños, tan orgullosos cuando Lula da Silva. ¡Esas son bombas de tiempo que avizoran matanzas masivas de infelices!
3.- MAL EJEMPLO.- Eso de calificar a los presos “por corrupción” como políticos (no obstante cuando todos sabemos los bienes que antes no tenían), es una mala política. Es mejor quedarse callados, o exigirles que los devuelvan. ¡O que lo haga la Justicia! Es lo que pedimos y os esperamos merecer, magistrados.