PANCARTA
Atrapados y sin salida en el juicio de la historia
(6ta. parte)
En el juicio de la historia no hay pataleo que valga. En esta justicia manipulada por la cúpula morada estilan secuestrar expedientes, liberar culpables y condenar inocentes.
Desde que se destapó el escándalo Odebrecht el oficialismo no cesa en trucos mediáticos de distracción y evasión ante la gravedad de los hechos y las respectivas responsabilidades.
Ahora vivimos la cuenta regresiva de la enunciada o anunciada lista de los sobornados. Pero en la gente de la calle cunde la suspicacia acerca de si se sabrá toda la verdad del escándalo. ¿Quiénes son los sobornados? La opinión pública no acepta omisiones.
El morbo ante la lista que aparezca ya despierta las clásicas preguntas: ¿Estarán en la lista todos los partícipes? ¿Serán todos los que están? (en la lista destinada a publicarse).
A la ciudadanía le favorece que el oficialismo no tiene credibilidad.
Al crucigrama se agrega el tema de las contradicciones en la cúpula morada, donde no se sabe si hubo mansos. Con el Metro ronda el espectro de la suspicacia y la insatisfacción, bajo el convencimiento de que amerita una acción judicial enérgica empeñada en resolver y no “marear”.
La vocería palaciega con frecuencia abre la boca con estridencia, al estilo los bocones, pero ahora tiene un zipper en la boca y silencia ante el consenso público de que el “matatán” del Metro debió ser conducido a la justica inmediatamente se confesó por televisión.
Es inevitable la complicación del panorama para la cúpula morada y la palaciega. Pero sin ilusionarnos. De ahí la pertinencia de no cejar con la marcha verde. Azua es un propósito con apoyo y empeño del azuano y todo sureño. El venidero domingo 21 de mayo todos los caminos conducen a Azua.
Mientras tanto, el viernes 19, a las 4:00 PM, es el acto de homenaje a los caídos del 19 mayo de 1965, encabezados por el coronel Rafael Fernández Domínguez y Juan Miguel Román, en la calle 30 de Marzo esquina Abreu, del barrio San Carlos.
Asistir es un deber patrio.
