EL BULEVAR DE LA VIDA
La France
LAS ENSEóANZAS DE UNA VICTORIA.
Son muchas las enseñanzas que deja a Francia y a Occidente el convincente triunfo del ex banquero y político centrista Emmanuel Macron sobre la ultranacionalista Marine Le Pen. Y es que, con la sorpresiva salida de Reino Unido de la Unión Europea (Brexit) y la aún más sorprendente victoria del inefable Donald Trump en las presidenciales estadounidenses, una victoria del ultranacionalismo, con su racismo y su xenofobia, hubiese sido “muchodemasiado”, algo así como el inicio del fin del predominio de los grandes valores humanos, que a pesar de sus retrasos, crisis y letargos, todavía hoy La France simboliza ante el mundo.
“PARA AZARES LOS DOS TUYOS”
Para hablar de estas enseñanzas, comencemos admitiendo que una vez más ha quedado demostrado que las cosas “para ser posibles no tienen que ser probables”. Así, un joven de 39 años que hace apenas once meses presentó a Francia su movimiento político “¡En Marcha!” es hoy el presidente electo de esa nación. Claro que hubo mucho de azar, suerte y coincidencias, como fue el retiro del presidente Hollande de la lucha por la nominación, o los escándalos de FranÁois Fillon, o las derrotas de Sarkozy y Valls en las primarias de sus partidos. Sin embargo, estos acontecimiento no hubiesen servido de nada si el joven ex-banquero no se hubiese lanzado a la arena política justo en el momento en que sus posibilidades eran menos que mínimas, un poquitito más que nada, digamos que improbables. Pero ocurrió el “milagro”, otorgando la razón a Pablo Neruda, quien aseguraba que las musas existen, pero sólo pueden ayudarte si te encuentran trabajando. Igual ocurrió al PLD en 1990 cuando la loca división del PRD, o a Leonel Fernández en 1994, con su candidatura vicepresidencial y luego presidencial en 1996. Ahí el azar hizo de las suyas, sí, pero también el profesor Fernández se había preparado para el día en que las musas del poder le visitarán, y cuando esto ocurrió, -bien amueblado intelectual y políticamente-, las aprovechó ¡y de qué manera!, pues en un abrir y cerrar de ojos, el joven mulato de 40 años, criado en Villa Juana, pasó de encargado de una revista política de un partido de 10 mil miembros, a la dirección del Estado Dominicano. Pero retornando a Francia, digamos que Emmanuel Macron hizo la tarea y el azar se encargó de lo demás. Un azar que funciona muy bien en el béisbol, el arte o la política, ya dije, pero no tanto en los crueles asuntos del amor, ay, pues como escribió, descreído y desconfiado, mi dilecto Umbrales: “¿Casualidad? Para azares los dos tuyos. Casualidad es que tu mirada se duerma en mi ojos”.
“SOLO APRENDEN SUFRIENDO”
Habrá sido Voltaire u otro francés genial del grupo de los enciclopedistas quien dijo aquello de que los pueblos como los hombres “sólo aprende sufriendo”, sufriendo o ante la posibilidad cierta de una victoria del Frente Nacional de los Le Pen, que en sus esencias niega todas las luces libertarias, la declaración de los derechos y los izquierdos humanos, los valores fundamentales de esa Ilustración que Francia, desde las paredes grises y las calles tristes de un París inolvidable, ay, legó a la civilización occidental.
A QUIEN CORRESPONDA...
Esta derrota del ultranacionalismo populista es una oportunidad que La France no puede perder, pues los Le Pen acechan, y si bien fueron derrotados, en estas elecciones duplicaron su porcentaje de votos con relación a las anteriores. Con su victoria, Macron ha evitado, además, el fortalecimiento del neo imperialismo ruso a lo Putin-, el aumento del creciente liderazgo Chino en Occidente, y lo más importante: Ha dicho a todas las democracias del mundo primero o del tercero, que es el tiempo de revisar sus acciones, decisiones y sobre todo sus valores. No siempre habrá a mano un monstruo a lo Le Pen, que justifique votar al mal menor.
PD: Por cierto, si el CP del PLD quiere leer este último párrafo, lo dejo a su nada humilde consideración. Con su permiso.