Opinión

La milagrosa semilla del cáñamo

He encontrado un folleto de unos dominicanos residentes en Estados Unidos -de esos que jamás se desarraigan de su patria-, que contiene amplia información sobre las semillas de cáñamo.

El citado folleto detalla con amplitud todo lo relativo a la utilización de dicha semilla y sus derivados, tanto en el ejercicio médico como en la industria textil y en peletería.

Esos dominicanos que viven en New Jersey hace años son Amín Aurelio de la Rosa y Amaurys Cabral, los impulsores de este proyecto que, conforme sus indicaciones benefi ciaría tanto al gobierno como al sector privado, pues signifi caría un enorme ahorro de divisas y crearía muchos empleos.

Y señalan ellos que sería así, puesto que la gama de productos que serían fabricados con el cáñamo como materia prima pueden ser exportados. Tendrían que adquirir numerosas áreas de terrenos para iniciar la siembra masiva del cáñamo en toda la geografía nacional a lo que se sumaría la creación de empleos para profesionales de diversas áreas, fundamentalmente de la rama agrícola y para otros que se dedicarían al cultivo del cáñamo.

Lo cierto es que el cáñamo está siendo utilizado en varios países, tales como Alemania, para ropa y papel; India, para aceite, textiles y cordaje; China, para ropa y papel; Austria para medicamentos, y otras naciones europeas, tales como Grecia, Dinamarca, Finlandia, Gran Bretaña y varias más.

En el folleto amplían sobre las grandes propiedades del cáñamo para curar ciertas enfermedades como la tuberculosis, para combatir algunas bacterias, y agregan que es ideal para la digestión y la hipertensión.

Ojalá el gobierno acoja este proyecto de Amín Aurelio de la Rosa y Amaurys Cabral, dos exmiembros del cuerpo de marines de Estados Unidos y profesionales en ejercicio en la gran metrópolis.

De ejecutarse en este país, representaría un alivio para el gobierno y para muchos dominicanos.

Ojalá llegue a manos del presidente Medina algún ejemplar del proyecto del cáñamo. En este difícil momento que atraviesa el mandatario este sería un lenitivo, sobre todo si se toma en cuenta la poca ayuda que tiene de muchos de sus funcionarios que en lugar de aligerar el pesado fardo que hoy tiene el mandatario, lo que hacen es aumentarle el peso.

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