Me escribe don Julián

HUÉRFANOS POR SUICIDIO Don Julián Serulle, quien posee éticos dones para ser llamado “hijo de don Juan”, (justo y cuando existen tantos huérfanos por suicidio), ese mismo que pasó por el erario como pasaba don Juan Tenorio por las habitaciones de las hermanas del convento de Las Carmelitas, o sea, sin tocarlas, me escribe una sentida carta, que a pesar de su boschismo real y su optimismo aterrizado, no puede evitar ser nostálgica. Pero ¡cómo no serlo! Cuarenta y tres años después, cuando golpea ese “resquemor de no haber sido”. Cómo no va a ser nostálgica la carta, si con Neruda, ay, “nosotros, los de entonces, ya no somos los mismos”, profesor, que no cuadran las cuentas de ese pragmatismo tan triunfal electoralmente y tan éticamente vencido. Tanta gloria y nombradías alcanzadas al alto precio de tantas almas perdidas y tanto Lucifer sonriendo. La carta contiene elogios hacia mi persona y trabajo, que desde mi balcón de aguaitador sin remedio de la cosa nacional, agradezco infinitamente.

Son palabras que proviniendo de alguien con su comportamiento y práctica de vida, don Julián, se convierten en compromiso. Esperamos honrarlo, si Dios, las Paola y la María Magdalena, ay, lo permiten, o precisamente por ellos. Gracias.

LA CARTA Estimado Pablo: “Como de costumbre hoy leí tu columna.

Muy valiente de tu parte. Eres de esos articulistas que tiene la bondad de poner a reflexionar y motivar conciencia. El orgullo de haber nacido debe seguir primando en el andar de tu vida, no hay nada más sublime que aportar a la educación y la toma de conciencia de un pueblo. Transmitir confianza y labrar la fe hacia el futuro como elementos que debe cultivar una nación como la nuestra.// El momento no es para el negativismo, sino motivar a la integración de cada hombre y mujer en la búsqueda de la dignidad y sentirse capaz de aportar. Aportar significa ser solidario y ser un ente que motive la lucha de lo nuevo ante lo viejo sin olvidar las huellas positivas del ayer.// Un partido político es el aglutinamiento de hombres y mujeres a través de pequeñas escuelas donde se encuentre la fuente de comprender por qué debemos de luchar y que los vicios sean erradicados en la consecución de las grandes transformaciones.// Los partidos deben constituirse en la tribuna que alimenten el accionar en pos del programa de nación y hacia la consecución del pacto que involucre a la integración de las fuerzas vivas en procura de ganar la guerra al tiempo. Es injusto el debate estéril como la carencia de un discurso, atendiendo, que la pobreza, el desempleo y la ignorancia agitan su curso.// Podemos observar, que los partidos políticos que dicen representarnos no dan al traste con la creación de una sola microestructura ni provocan palabras orientadoras.// Me permito recordar a Juan Bosch, sus minutos y horas entregados a educar y a encarar a todo gobierno en las respuestas más disímiles a favor de cada uno de los sectores que intervienen en la producción nacional; es como si su voz siguiera retumbando en los 48,400 kilómetros cuadrados de nuestro territorio. Siempre hizo propuestas y hasta llegó a desafiar a un gobierno solicitando la Dirección del Banco Central y trazar la política monetaria a seguir. // Por desgracia, el tema se circunscribe a la corrupción, se olvida que cada cuatro (4) años el corrupto del ayer es el que toma la piedra para quien pueda serlo hoy, llegando al extremo que se generaliza sin contar con el valor y la fuerza moral de señalar con nombres y apellidos el nuevo corrupto, lo cual, da al traste que hombres y mujeres buenos y nobles sientan hasta miedo de ocupar una posición de Estado. Llega el momento en que no debemos descansar para seguir hablando y escribiendo al pueblo como novia preferida para que no pierda la confianza en continuar trillando el camino que debe tener como norte entregar a los soñadores del ayer la Patria para la cual lucharon.

Te pido, que sigas haciendo rodar tus ideas y palabras en letras que alimenten la esperanza y despierten el valor en pos de las luchas transformadoras al igual que los prohombres de nuestra historia.

Con alta estima, Julián Serulle”.