Opinión

Democracia, modernidad y progreso

Daris Javier CuevasSanto Domingo

El epígrafe de este artículo es de la autoría del presidente Leonel Fernández con el cual ha publicado su libro donde se compilan sus discursos presidenciales de sus mandatos constitucionales. Publicación esta que se recogen en cuatro volúmenes en el orden cronológico en que los mismos se produjeron, con una coherencia que guarda una relación armónica entre uno y otro, que por el contenido y la profundidad de los temas abordados, estos han de convertirse en un referente para los estudiosos de las ciencias políticas, la sociología y la economía ya que se logra identificar la construcción de un pensamiento Político-Democrático, una visión transformadora economía-sociedad y una apuesta al fortalecimiento institucional-modernizadora.

El fundamento de lo expuesto tiene como plataforma de partida los tres discursos de toma de posesión de sus respectivos mandatos, y en ellos es notorio como Fernández evoluciona su pensamiento político y visión de una sociedad postmoderna. Situación que es el resultado de los acontecimientos económicos y políticos en que se producían con su llegada al poder.

En efecto, en su primer discurso de toma de posesión el presidente Fernández resalta que “las circunstancias en que nos tocará ejercer el poder en la República Dominicana nos vienen impuestas por el devenir de la historia. Los últimos años han sido escenario de una revolución llevada a cabo por toda la humanidad, con consecuencias y proyecciones originalmente inimaginables, que ha repercutido en el ámbito de la geopolítica, el conocimiento científico-técnico y los nuevos sistemas de producción y comercialización de bienes y servicios”.

En esa misma dirección se destacan los cambios internos de la sociedad dominicana en el ámbito económico e institucional, el cual se produce en circunstancias en el que se requería una reorganización económica, social e institucional fruto del anquilosamiento y reformas con que iniciaba la década de los noventa. En adición, el crecimiento económico era muy volátil y la sociedad estaba exigiendo que éste sea estable y sostenido, con inclusión social, lo que sugería la plena ejecución de las reformas estructurales a plenitud y delinear políticas sociales serias e institucionales.

Pero tambien coincide con el momento en que se produce una ruptura generacional en el liderazgo tradicional que obligaba a un nuevo discurso y propuestas muy distintas, amigables con los cambios que ya se estaban produciendo en el entorno internacional, lo que intimaba a modificar el discurso interno. Son estas circunstancias que rodean la convicción del Presidente Leonel Fernández, y que lo conducen a construir un discurso genuino, esperanzador y de visión futurista, con el cual logró hacer la conexión oportuna y que hoy queda como testimonio plasmado en el libro “democracia, modernidad y progreso”.

Es por tales razones que el autor interpreta que “lo que podrá ser motivo de preocupación es que el efecto de esos cambios mundiales sobre la República Dominicana ha tenido lugar en un momento en que todavía no estábamos preparados para recibirlos, con lo cual se ha generado la necesidad de acelerar la agenda de desarrollo nacional, con la finalidad de ponernos a tono con la hora que va marcando el reloj del mundo”. Comparto plenamente estos criterios con el autor si tomamos en consideración que, por un tiempo muy prolongado el país lucía literalmente aislado del ritmo dinámico por el que transitaba el escenario mundial.

Es en esas circunstancias que el Dr. Leonel Fernández planteaba que “el desafío al que nos enfrentamos como nación es el de como asimilar esos cambios a nuestras estructuras económicas, sociales y políticas sin que ello represente una amenaza a nuestra supervivencia como sociedad, sino por el contrario, un estímulo al progreso y a la modernización”. Es por esas razones que plantea la inquietud por la preservación de la gobernabilidad democrática como mecanismo de legitimación del sistema político para preservar la estabilidad y el orden político.

Los dos discursos siguientes de juramentación, 2004 y 2008, se producen a la luz de dos grandes crisis; en primer caso, estaba el colapso de tres grandes bancos a nivel interno con un costo fiscal de un 20% del PIB, cuyas consecuencias fueron la contracción de la economía, la expansión de la pobreza y el incremento de la deuda pública. En el segundo caso, se trataba de una crisis global “caracterizada por los altos precios del petróleo y de los alimentos; por turbulencias en los mercados de capitales” situación que se expresaba en una desaceleración del crecimiento económico a nivel mundial.

En definitiva, se trata de una literatura politica que enfatiza en la pedagogía politica, interpreta los cambios socioeconómicos mundiales con efectos locales y deja plasmado un pensamiento político democrático. Por igual, coloca a la economía en primer plano como mecanismo para impulsar y acelerar la generación de la riqueza que requiere la sociedad para su modernización y progreso, y así ha de leerse la obra.

El autor es economista

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