UN MOMENTO
Cargar los males de otros

Hay en la Semana Santa un tema, según el cual está muy presente una acción importante en la vida de Jesucristo, él vino a cargar los males de los demás, para que las personas se sintieran aliviadas, vino a cargar y llevar sobre sus hombros el peso de los pecados, sus consecuencias y sus daños, y en este vemos cómo el dolor, el sufrimiento de Cristo, que recordamos cada año en la Semana Santa, es el recuerdo de un dolor que no es estéril, que no es inútil, que no es un dolor que se sufrió simplemente, es el dolor que padecen las personas cuando apoyan o ayudan a los demás.
Por el esa razón, el dolor de Cristo se llama, un dolor que salva, es un dolor de la madre cuando acompaña al hijo enfermo, por su circunstancia, carga el dolor de su hijo o el del papá, o el dolor de la enfermera o el médico, el doctor, de todos aquellos que cargan y apoyan a los demás, y son sufrimientos voluntarios, queridos, amados, para poder ayudar, y sin ese sufrimiento y ese dolor solidario no se sanan las personas, no resuelven sus problemas. Cargar los males de otros para poderlos ayudar, la Semana Santa recuerda ese tema vivo de una manera tremenda en Jesucristo, que era capaz de soportar todos los males que fueran necesarios, los sufrimientos, para cargar, para aliviar los males de los demás. La Semana Santa, nos pone sobre el tapete, en la persona de Jesucristo, esta temática que es de cada día y que es de la vida eterna.
Hasta mañana, si Dios, usted y yo lo queremos.