PUNTO DE MIRA

Carlos Morales Troncoso y 5

En la década de los 80 Joaquín Balaguer era un anciano enfermo. Ciego y con problemas motrices. El líder de los reformistas aparentaba que cualquier día se iría para siempre. Los sectores políticos y empresariales vinculados a él lo sabían y temían el retorno del PRD al poder si no preparaban un sustituto.

Carlos Morales Troncoso, Vicepresidente de la República y entroncado con raíces de poder político y vinculado a muchos externos poderosos internos y externos, se pintaba de oportunidad para ser esa persona. Con mucho sigilo se inició el montaje del proyecto sabedores que el líder reformista era celoso de su poder, aunque estuviera parcialmente incapacitado.

Un factor se adicionaba a esta baza que la hacía difícil de jugar: los que controlaban el PRSC dependían de la vigencia de Balaguer. Muchos eran leales o lo aparentaban por conveniencia.

Al culminar el segundo período del retorno de Balaguer, los ánimos opositores se encrespaban. El PRD que se había dividido tras la candidatura de Jacobo Majluta, recuperaba terreno porque José Francisco Peña Gómez, con cierta ayuda de los oficialistas recobró el control del partido y dejaba en segundo nivel el Bloque Institucional Socialdemócrata (BIS), que formara para competir con su adversario que integrara el Partido Revolucionario Institucional (PRI).

Morales Troncoso me convocó y estuve de acuerdo. Nos reuníamos siempre a las dos de la tarde en sus oficinas del hotel Santo Domingo. Parece que otros dirigentes como Amable Aristy Castro estaban en la misma tesitura porque en par de ocasiones hube de verlo allí aguardando su cita.

El ingeniero Morales me confió que no obstante el estado de las cosas, si Balaguer atisbaba una oportunidad de lanzarse lo haría por lo que sus aspiraciones iban supeditadas a esa realidad. No lo confrontaría. Sus asesores extranjeros, que eran los mismos que hicieron la campaña para gobernador de Bill Clinton, siempre actuaban con esa posibilidad por delante.

El senador por la capital, Jacinto Peynado -cuyo padre era amigo de Balaguer-, fue escogido para completar la boleta presidencial en lugar de Morales, quien quedaría al frente del Ministerio de Relaciones Exteriores hasta 1996, cuando llegó al poder Leonel Fernández.

Durante ocho años se mantuvo en la vida empresarial y líder de una facción reformista. Retornó como Canciller desde el 2004 hasta su muerte en el 2014. Nunca supe por qué rechazó ser candidato a Vicepresidente de la República, con Fernández.

Tags relacionados