En las manos de los delincuentes

La vida dominicana desde hace tiempo está más difícil, en el sentido que uno no sabe cuándo lo van a atracar y cuándo le quitarán la existencia. Antes, los ladrones robaban y no mataban, ahora no es igual, realizan las dos cosas a la vez. Y no hay diferencia en aniquilar una persona, no importa que sea un niño, adulto, viejo, o una dama o anciana. Esto es el colmo.

Los periódicos nuestros traen las siguientes noticias: “Joven violada y estrangulada. Familiares piden sometan culpables”; “Matan a otra mujer para despojarla de su cartera”; “Atracan camión y matan tres ocupantes”; “Matan a balazos a dos comerciantes”; “Asesinan a dos viejitos en su casa para robarles”; “Matan familia completa durante la noche”, etc., etc.

Da grima leer todos estos titulares.

Y pensar que en épocas anteriores vivíamos mejor. También nos hemos dado cuenta que los delincuentes (ladrones y criminales) no pasan de 30 años de edad, son todos muchachos sin concepto ni educación.

Si nos remontamos al pasado , años 50, nosotros dormíamos en nuestra querida Vega con las ventanas abiertas y no ocurría nada desagradable.

Ludovino Fernández se ocupaba de ahuyentar a los maleantes.

Si queremos saber cómo se resuelve rápidamente la actual situación, pregúntele al exjefe de la Policía Nacional, Pedro de Jesús Candelier, cómo se hizo él para terminar con el bandidaje, o de lo contrario, converse con el otrora alcalde de New York, de apellido Guilliani, qué método usó para fi nalizar en Manhattan con los delincuentes.

Si queremos limpiar con la actual situación que vive el país, de intranquilidad, robos y crímenes, todos sabemos el método a utilizar, es seguro y ha dado resultados positivos adondequiera que se ha puesto en ejecución. En nuestro país, la mayor parte de la población posee un arma, esto no puede continuar así, y dicen que los malhechores tienen mejores instrumentos de matar que los policías. ¡Sálvese quien pueda! El gobierno tiene la última palabra.