Actuar mejor que Ecuador

En cuanto a Odebrecht el procurador general de Ecuador ha divulgado que “solamente cuando se hayan conocido los contratos, el esquema de corrupción utilizado, los montos entregados y la forma como se movió o transfirió ese dinero, se podrá determinar cuáles son las instituciones involucradas y establecer la cuantificación del perjuicio ocasionado, con lo cual se podrá calcular una cifra de indemnización”.

Las autoridades de Ecuador afi rman que para llegar a un acuerdo judicial la empresa brasileña primero tiene que hablar claro para determinar el entramado de corrupciòn y a quienes entregaron las coimas.

Entiendo que así debe proceder el gobierno dominicano. La multa, indemnización o compensación por daños y perjuicios debe ser lo último. Se alega que previo a que Odebrecht entregue los datos incriminatorios hay que fi rmar un acuerdo. El Estado no puede hincarse para rogar por datos. Ni siquiera a las autoridades brasileñas.

Allí primero investigaron, apresaron y condenaron a los empresarios y políticos involucrados.

En los Estados Unidos de Brasil están llegando a acuerdos con los condenados para ampliar la red en busca de pruebas contra otros corruptos. Entiéndase que los condenados quieren atenuación de las condenas y están cantando como canarios. Las autoridades brasileiras socaliñan con ardites legales. Es un rejuego de las partes.

Producto de las investigaciones las cárceles de Brasil están timbí de empresarios y sus bácigas. Algo nunca visto en la historia política mundial. Es decir que primero se fueron a juicio y los acuerdos son posteriores.

Algo que se debe tener en claro es que Odebrecht es el ente corruptor.

Es una empresa privada constituida en asociación de malhechores.

A partir de ahí es que se debe iniciar todo. Esos delincuentes de saco y corbata no deben ser tratados con paños tibios.

El gobierno dominicano tiene sus propios mecanismos de investigación, no debe depender de lo que digan o hagan los brasileños.

Primero acción y después, si es necesario, los acuerdos. Yo soy un comeojo del caso y tengo la seguridad de que los brasileños quieren que se mantengan las empresas, aunque den un ejemplo a los dueños. Aquí los brasileños quieren dar un pringuito de lo que se llevaron y que los dejen sueltos. El Estado no debe ser visto como un caza recompensas conforme con unos chelitos. Lo principal es hacer justicia. Sentar el ejemplo. Tienen que sanear el camino futuro de la administración pública.