EL ROEDOR
Danilo, clase media, Frei Betto, empresarios
*Si Danilo quiere un país de clase media, debe volver a la ideología: ideologizar al PLD y a esa clase media, concientizarlos de que han llegado ahí porque se hizo un trabajo para eso; impedir que la propaganda político-comercial los lleve al consumismo, que no fue por generación espontánea, como dice Frei Betto que sucedió en Brasil. (a.u.).
1.- EN SU FOLLETO o libro pequeño, “Viaje a los antípodas”, Juan Bosch, que viajó a China en los tiempos de Mao Zedong, cuando ya había fracasado el ‘Gran salto adelante” (1958- 1963) y “la revolución cultural” que sirvió para la purga político- ideológica de Liu Shaoqi y Deng Xiaoping (el primero rehabilitado después de muerto por J. Zemin y el segundo regresó a los tres años de la muerte del Gran Timonel, en 1979, y levantó a China), el líder del PLD alcanzó a predecir en el marasmo de ese hormiguero humano (gran parte montado en bicicletas), que China, pese a esas contradicciones, sería la fábrica del mundo y que estaba signada por la historia a convertirse en potencia mundial (eso lo sabe el sinólogo Luis González, hoy diplomático). Después de la muerte de Mao en 1976, Deng Xiaoping lanzó la política de apertura, bajo la consigna de que “no importa que el gato sea negro o gris, sino que siempre cace ratones”. Abrió las puertas de China y como con Panamá, el sensato Jimmy Carter acordó con él devolver a Hong Kong en 1999.
2.- REVOLUCIÓN DEMOCRÁTICO-BURGUESA.- Pero lo que quiero resaltar aquí y decirles a algunos sabios criollos que hoy hablan “a la Bartola” de “populismo de derecha” porque son ‘copiones’ de lo que les oyen a Vargas Llosa y a otros (además de que no piensan dialécticamente y todo lo sofríen) que el famoso “período democrático-burgués” para llegar al socialismo, sí existe, y que se dio en China y que ahora mismo hay una muestra en Venezuela, donde varios empresarios jóvenes y burgueses están participando en la feria “Venezuela Potencia”, donde vi jarros de aluminio mejor que los que venden aquí “Made in India”; y que Frei Betto (más de 50 libros escritos) afirma que en Latinoamérica los empresarios se comportan como sirvientes de USA con excepción de algunos, pero que al menos los brasileños, un país rico y grande, no deberían tener miedo de invertir en su país, en lo suyo, para beneficio del pueblo pobre y el suyo propio, porque lo que no va contra la pobreza no son las inversiones, sino el capitalismo, que la amplía mientras él se diversifica y crece.
Aquí hay gente que hace opinión pública tan ignorante, que no sabe que en China hay muchísimos millonarios y que prefieren gastar en su país (dar de comer a los chinos), que invertir fuera, porque China, contrario a los demás países del Bloque Soviético (muchos que lloran hoy para que la Eurozona los acepte), los burócratas dizque comunistas, se convirtieron en empresarios robando la propiedad social. China, por el contrario, les permitió amasar capital y que invirtieran apoyados en las leyes. Por eso hoy la mayor producción de China viene del impulso a la mediana empresa. Los países no crecen cuando quienes los dirigen tienen pensamiento antidialéctico y conocimiento falso formado en base a ‘frases cohetes’. En Venezuela hay una oposición cerril, que es la de la MUD, pero otros que eran empresarios antes de Chávez, como los del café, están exportando y recibiendo ayuda del gobierno para mejorar la variedad del grano. Asimismo, otros producen hoy a costos justos en empresas que fueron abandonadas y los obreros las tomaron, la dirigen y producen, formando cooperativas. Producen artículos del hogar (jabones, shampoo, etc.). No es verdad que Trump se va a crear un Viet Nam en Sudamérica porque la mujer de Leopoldo López, terrorista, quiera.
3.- ESO DE ‘DERECHA POPULISTA’ es un disparate sociológico copiado aquí de gente como Vargas Llosa y A. Oppenheimer (gu¨iscólogo, que si tuviera vergu¨enza escribiera aunque sea un solo artículo para compensar el dolor de los familiares de los 30,000 desaparecidos por la dictadura de Videla y Massera, y no estar privando en gran intelectual estadounidense). Ese término de “derecha populista” carece de asidero sociológico, porque no se le puede aplicar a los líderes que ganaron en Hungría, Holanda o a Marine Le Pen (que ya fue donde Putin, en Rusia, a ponerse presente); porque la derecha, llámela usted como quiera, cuando irrumpe va contra todo el espectro político: liberales, libres pensadores, centristas, comunistas, movimientos sociales e izquierdas.
¿O acaso no es lo que está haciendo mi admirado Premio Nobel, Juan Manuel Santos, en Colombia, pese a que está en medio de un proceso de paz con la guerrilla hasta regenteado por la ONU? La derecha “populista” es un invento más que los cerebros deshabitados quieren meter en su sociología de la exclusión, ya no física y social, sino hasta conceptual.