UN MOMENTO

Romper las cadenas

Avatar del Listín Diario
Mons. Ramón de la Rosa y CarpioSanto Domingo

Quiero citar algo de un testimonio de alguien que le dijo a una de mis hermanas -¿Doña, tiene tiempo para oír algo de mí? Ella le dijo, sí. Es que usted me ha caído muy simpática y muy atenta, le dice él; usted me ve conduciendo aquí, pero yo soy hijo de un narcotraficante y que usa el drogadicto también; mis hermanos están en los mismos caminos y yo decidí romper la cadena, estoy trabajando como chofer, estoy estudiando en la universidad y me voy a graduar como un profesional, porque yo quiero romper la conducta de mi familia, romper la cadena.

Cuántas veces los psicólogos tienen que trabajar tanto, porque mucha gente justifica sus acciones porque así las pasaron o vivieron en sus familias, familias violentas, con una educación que no les ayudó. Cuánto necesitamos que haya personas que rompan la cadena, cuántos políticos necesitamos que rompan la cadena de la corrupción, para que no se siga diciendo y la gente no siga pensando que todo aquel que entra en política es un corrupto.

Romper la cadena del alcoholismo recibido, romper la cadena de todo lo que es negativo siempre se puede y siempre es necesario. La ley de la tijera, la ley de la tijera para romper cadenas que nos atan y que al fin y al cabo nos hacen esclavos.

Yo quiero romper la cadena, decía aquel chofer que venía de una familia que no era de lo mejor que había.

Yo quiero romper la cadena. Cuántas veces hay que tomar la decisión frente a la violencia vivida en la familia; yo quiero romper la cadena que viví en el barrio, yo quiero romper la cadena que recibí en mi casa acomodada y rica.

¡Romper la cadena!

Hasta mañana, si Dios, usted y yo lo queremos.

Tags relacionados