Mensaje

“Después que Juan fue encarcelado, Jesús vino a Galilea predicando el evangelio del reino de Dios, diciendo: El tiempo se ha cumplido, y el reino de Dios se ha acercado; arrepentíos, y creed en el evangelio” (Marcos 1:14-15).

Al empezar su ministerio, Jesús proclama el evangelio de Dios como el centro de su mensaje. Es la primera vez que anuncia, en Galilea, las buenas noticias de parte de su Padre celestial; aquella misericordiosa oferta de salvación que solo requiere como respuesta arrepentirse y creer en el evangelio.

En verdad, con el arrepentimiento damos gloria a nuestro Creador, a quien hemos ofendido; con la fe, damos gloria a nuestro Redentor, que vino a salvarnos de nuestros pecados. Jesús ha expresado, en lenguaje claro, el anuncio de la provisión de Dios para salvar a todos los seres humanos y la reacción necesaria para aprovechar estas buenas nuevas.

A partir de ahora, el llamado es al arrepentimiento, esto es, tornarse de la vida pecaminosa y volverse hacia Dios, cambiar de mente con una consiguiente modificación de conducta; y también a creer en el evangelio, que encierra una confianza absoluta en Dios y su palabra, y una entrega de todo el ser a Su señorío. Todo aquel que se vuelve a Dios y acepta con fe sus buenas noticias tiene acceso a la vida eterna.