Danilo: Lo malo de lo bueno

La oposición asegura que el PLD tiene una mesa de encuestas favorables.

En toda guerra se aplican estratagemas para confundir al contrario y no dudo que haya una que otra medición de gabinete.

Sin embargo me luce que Danilo Medina no la necesita.

Los “surveys” reputados en todo momento le colocan puntero. Es algo que tampoco puede negar el PRM.

Los datos de la encuesta Benenson Strategy Group aluden que Danilo cuentan con un 66 por ciento favorable en la intención del voto, mientras que Luis Abinader alcanza un 26 por ciento.

Esto significaría una gran disminución de simpatías para el candidato del PRM.

Las respuestas de los encuestados carecen de importancia porque lo interesante siempre serán los resultados aritméticos. Un 40 por ciento más de diferencia es para tomar en cuenta. Esos potenciales electores rechazan los planteamientos del candidato del PRM. Rechazan la naturaleza de sus propuestas y la escasez de las mismas.

Que hay una bruma entre el propuesto cambio y las ideas para ejecutarlo.

El estado de la campaña del PRM y las proyecciones de Abinader no pueden ser más pesarosos. Las últimas encuestas muestran que hay un descenso progresivo a esa oferta. El estado mayor del más grande partido de oposición debe estar reunido permanentemente para revisar los pasos dados y sus resultados y reorientar el rumbo.

En el comando de campaña del PRM debe estar encendida la luz roja que indica peligro; la advertencia de que las cosas no van bien.

Los que estamos en la barrera sabemos de algunas cosas que han fallado, pero el que vive en el jardín no huele las flores ni disfruta de sus colores, y en caso de los partidarios de Abinader, no están sobre un lecho de rosas. Quizá sí de espinas.

Hay una ventaja oculta detrás del margen a favor de Danilo y que podría beneficiar a Luis Abinader. Se trata de la confianza en la victoria y la apatía a votar.

Lo más importante de las elecciones del 15 de mayo son las presidenciales. Sobre todo en la capital. Los ciudadanos no concurren con tanto entusiasmo a sufragar por congresistas o alcaldes.

Estos electores sabedores que el candidato del PLD gana de calle podrían quedarse en casa.

La abstención de los partidarios de Danilo puede perjudicarle.

Es lo malo de lo bueno.