EN POCAS PALABRAS…
Uruguay y el cambio energético
Uno de los países que mayores logros ha obtenido en materia de energía renovable es Uruguay. Este pequeño país del Cono Sur latinoamericano que alberga una población de 3, 4 millones de habitantes, ha alcanzado la sostenibilidad energética en que el 95% de sus necesidades en este campo es ahora suplido con energía renovable. Bastó únicamente 10 años a Uruguay realizar los cambios de su matriz energética, bajando también los precios a los consumidores, incluso por debajo de la inflación.
Uruguay a principios de este siglo o sea hace 15 años, dependía de un 27 por ciento de importaciones de petróleo.
Hoy, sin embargo, se puede decir que el 55% de la combinación energética (incluyendo el transporte) está constituido por energía no convencional como los aerogeneradores, la biomasa, la energía solar y la hidráulica, contra un promedio mundial de un 12%. Uruguay se abastece además de un nuevo oleoducto que transporta gas procedente de su veci na Argentina. Los cambios que en materia de energía ha hecho a este país validarle el reconocimiento de entidades como el Banco Mundial y la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) A Uruguay también se le ha reconocido por sus esfuerzos en bajar la emisión de carbono y dejar una huella de ejemplo sobre este reto que enfrentan tanto las naciones desarrolladas como en desarrollo.
El Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF, por sus siglas en inglés) lo definió como uno de los líderes mundiales en materia ecológica, además de contribuir a definir las tendencias globales de inversión en energía renovable.
Uruguay ha invertido en energía renovables en estos últimos cinco años más de 7 mil millones de dólares, que incluye además inversiones en gas líquido, representando dichas inversiones el 15% del Producto Interno Bruto del país.
Todo esto equivale a 5 veces la media latinoamericana y tres veces el porciento global recomendado por el economista climático Nicholas Stern. Sus arquitectos energéticos han dicho que no hay ningún milagro tecnológico.
Su éxito positivo ha sido claro. Definición de reglas transparentes, un entorno normativo favorable a los negocios y una solidad relación entre el sector público y el privado. Esto es así de sencillo. Sólo en 10 años Uruguay cambia su rumbo energético, mientras en la República Dominicana tenemos cinco décadas dándole vueltas a esta situación.
